Austria, entre el luto y el estupor: Masacre escolar sacude Graz
Diez muertos, once heridos y un país que se pregunta cómo pudo pasar: la peor matanza en Austria desde la Segunda Guerra Mundial reabre el debate sobre las armas
Austria se despertó este miércoles con el alma en carne viva. En Graz, una ciudad habitualmente silenciosa, se vivió la peor masacre de su historia reciente. Un joven desempleado de 21 años, identificado como Arthur A., irrumpió en su antiguo colegio con dos armas y disparó contra alumnos y profesores.
En tan solo 17 minutos, dejó un reguero de sangre: diez personas muertas, once heridas y un país paralizado por el horror. Fuente: EFE.
Una mañana cualquiera que acabó en tragedia
Arthur A. entró en el centro escolar a las 10:00 de la mañana. Muchos lo recordaban como un estudiante reservado. Ese martes, volvió armado con una pistola y un rifle que había adquirido legalmente días antes. Disparó en dos aulas sin previo aviso.
Una profesora, encerrada con sus alumnos, logró enviar un mensaje desesperado a su esposo: "Estamos a salvo pero la situación es dramática. Están disparando todo el tiempo", publicó el diario Kronenzeitung.
El atacante se quitó la vida en el baño del colegio tras dejar tras de sí una carta de despedida. Las autoridades aún no han encontrado un motivo claro en el contenido del mensaje.
Un debate que se enciende con cada tragedia
La alcaldesa de Graz, Elke Kahr, del partido comunista KPÖ, ha exigido endurecer las leyes de posesión de armas: “No importa la edad que se tenga. Un arma no es un juguete, mata”, declaró anoche.
Austria tiene uno de los índices más altos de armas per cápita en Europa. En solo siete años, el número de armas legales ha pasado de un millón a más de millón y medio. La mayoría están registradas para caza tradicional, pero cada vez más jóvenes acceden a ellas con facilidad.
La policía sigue analizando las pruebas encontradas en el domicilio del agresor, mientras que los austríacos lloran a sus muertos con velas encendidas y silencio. Anoche, en la Catedral de Graz, se celebró una misa por las víctimas. La selección nacional de fútbol guardó un minuto de silencio y jugó con brazaletes negros en señal de duelo.
Voces que resisten
“No hay forma de entender lo que destroza el alma de un joven hasta convertirla en pólvora” .
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