FRASES CÉLEBRES CON HISTORIA
📅 15 de julio de 2025
Claribel Alegría: La mujer que escribió con sangre y volcán
“El dolor es materia prima para la ternura.” – y entonces los poemas también lloraron
La frase que no entró en los manuales, pero sí en los cuerpos
“Yo soy testigo de excepcionales hechos de ternura, que no se olvidan nunca.” – Claribel Alegría
El sobre escondido en la costura
Julieta, 17 años, hija de exiliados salvadoreños, encontró un sobre cosido dentro del forro del abrigo de su abuela fallecida. Dentro: una foto vieja, un poema escrito a mano… y una carta sin firmar con una frase de Claribel Alegría subrayada tres veces. “Excepcionales hechos de ternura”.
—Abuela nunca hablaba de la guerra —dijo Julieta, con la voz apretada.
—Por eso lo escribió —respondió su madre—. Porque hay cosas que no se dicen en voz alta… pero se gritan en papel.
El poema hablaba de una niña a quien le arrancaron el padre, y de una mujer que escondía pan bajo la tierra para alimentar a los guerrilleros. De un beso robado en medio del bombardeo. De una promesa que aún sangraba.
El reencuentro que nadie creyó posible
Julieta viajó a El Salvador. En el reverso de la carta había un nombre: Isidro A.. Investigó. Preguntó. Se topó con archivos negados, calles con nombres cambiados, y un viejo periodista retirado que le dio la clave.
—Isidro A. fue poeta y combatiente. Creíamos que había muerto en el cerro El Pital en el 89… pero dicen que se refugió en Honduras.
Y allá fue Julieta. A buscar una historia que no era suya, pero que palpitaba en su pecho como un tambor heredado.
La confesión entre árboles
Lo encontró en un pueblo de adobe, con una pierna amputada y una mirada de siglos. Al ver la foto de la abuela, Isidro palideció.
—¿Ella…? ¿Ella guardó eso? —dijo con voz entrecortada.
—Ella me lo dejó —respondió Julieta—. Y escribió esto. ¿La frase es suya o de Claribel?
—De las dos —dijo él, mirando al suelo—. Porque cuando ella me escondió en su casa durante siete noches, sin preguntarme el nombre… eso fue un acto de ternura que venció a todas las guerras.
Y entonces, Julieta entendió que la historia no se escribe solo con fusiles ni con victorias… se escribe con gestos que nadie ve, con silencios tejidos como abrigo.
VOCES QUE RESISTEN
(Este es un diálogo ficticio entre Claribel Alegría y una joven periodista en Nicaragua, año 2006)
–¿Se puede escribir sin haber perdido algo?
–No. La poesía nace en las grietas. Y los que no las tienen, las inventan o se secan.
–¿Y cómo se sana con las palabras?
–No se sana. Pero se ilumina el dolor. Y cuando el dolor se ilumina, deja de estar solo.
–¿Y eso basta?
–A veces, eso salva una vida. Y con una, basta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario