FRASES POPULARES
📅 10 de julio de 2025
La “pájara” que voló más alto que el ruido
Porque hay palabras que solo duelen cuando no las entiendes
La frase que nadie supo escuchar
“Esta pájara es lista. Muy lista.” – Pedro Sánchez (en conversación privada)
La mirada que dijo más que el rumor
Ocurrió en un tren rumbo a Zaragoza. Eran las 7:42 de la mañana. Nadie esperaba que en el vagón 5, asiento 12A, se encontraran dos mundos: Elías, un periodista jubilado, y Natalia, una abogada militar, con pasado en la judicatura, risa suave y ojos que hablaban como si supieran más de lo que decían.
Él venía leyendo una nota: “Sánchez llama ‘pájara’ a Robles en una conversación confidencial filtrada”. Frunció el ceño.
–Disculpe –dijo Natalia–, ¿por qué arruga así el periódico?
–Porque no me gusta que las palabras se juzguen sin cariño –respondió él, sin mirarla directamente–. “Pájara”, cuando yo era joven, era un piropo... una especie de elogio clandestino. Una mujer pájara era alguien brillante, despierta... peligrosa, sí. Pero porque pensaba.
–¿Y qué pensaría su mujer de eso? –le preguntó ella, con media sonrisa.
–Que tenía razón –dijo Elías, ahora mirándola de frente–. Ella también era una pájara.
El juego en la estación
Cuando llegaron a Zaragoza, Natalia dejó una nota en el bolsillo del abrigo de Elías:
“Gracias por recordarme que ser una pájara no es insulto. Es identidad. –N.”
Él no respondió. Pero volvió a Madrid con una sonrisa nueva. Y un nombre en la cabeza.
Lo que no se filtró
Nadie oyó lo que Margarita Robles pensó cuando escuchó que la llamaron “pájara”. Pero en privado, según cuentan fuentes que no firman pero que existen, ella habría dicho:
–Prefiero que me digan pájara a que me digan florero. Las pájaras vuelan. Las flores se marchitan.
VOCES QUE RESISTEN
(Este es un diálogo ficticio entre Pedro Sánchez, José Luis Ábalos y Margarita Robles)
–Pedro: ¿Te acuerdas, Ábalos, cuando te llamé "pájaro" y no pasó nada?
–José Luis: ¡Claro que me acuerdo! Hasta lo tomé como elogio. Si me hubieras dicho “pavo”, ahí sí te denunciaba.
–Pedro: Pues ahora resulta que digo “pájara” y me quieren crucificar.
–Ábalos: Porque esta vez fue a Margarita. Y tú sabes cómo está el patio. Todo lo que suena a femenino, lo sacan de contexto.
–Pedro: Yo lo dije como lo decía mi abuelo: “Esa pájara es más lista que el hambre”. ¡Con orgullo!
(Se abre la puerta. Entra Margarita Robles)
–Margarita: ¿Y qué tramáis a mis espaldas, pájaros?
–Pedro: Justificándome por haberte llamado pájara… aunque con el mayor de los respetos.
–Margarita, tú sabes que cuando dije “pájara”, lo dije con admiración.
–Lo sé, Pedro. Si alguien tiene derecho a usar esa palabra contigo… soy yo, tambièn, pàjaro.
–Eres más lista que el hambre. Si no fueras ministra, te contrataba para mi pròxima campaña presidencial del 2027.
–¿Solo tu campaña? ¡Qué poca ambición! –dijo ella riendo.
–Lo dicho: pájara. De las buenas.
–Margarita: No necesito que lo justifiques. Lo dijiste tú, no Vox. Eso ya me da cierta tranquilidad.
–Pedro (riendo): Entonces, ¿me perdonas?
–Margarita: Te perdono... pero solo si lo vuelves a decir en público y con más gracia.
–Ábalos: ¡Eso! Que lo digas desde el atril del Congreso, y que a mí me llames “bicho raro”, por no dejarme fuera.
–Pedro: Al final… lo que más necesitamos en política es sentido del humor. Y confianza.
–Margarita: Y memoria. Porque los que hoy critican, mañana imitan.
(Se ríen los tres. Y brindan, aunque sea con café del despacho... porque lo importante no es lo que se dice, sino cómo y para quién.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario