EDITORIAL RCJ Digital · 29 de mayo de 2025
Feijóo y el camino despejado: entre las sombras ajenas y la cautela propia
“A veces, no hace falta correr cuando todos los demás tropiezan.”
— RCJ
Mientras el calendario avanza hacia el próximo congreso del Partido Popular (PP), todo parece indicar que Alberto Núñez Feijóo no solo mantendrá la presidencia del partido, sino que se consolida como el líder indiscutible de una formación política que, aunque zarandeada por turbulencias internas, ha sabido colocar la figura del expresidente gallego en un lugar de aparente serenidad.
Y decimos “aparente” no por dudas sobre su capacidad o legitimidad, sino porque, si algo ha aprendido el PP en las últimas décadas, es que las apariencias en política son un juego peligroso.
Un liderazgo silencioso que se fortalece
Feijóo ha cultivado un estilo que no estremece titulares, pero que sí marca territorio. Su liderazgo se sostiene en una narrativa de prudencia, mesura y estabilidad, un contraste evidente frente a los movimientos más estridentes de otras figuras del partido.
Aunque no ha conseguido alcanzar La Moncloa, sí ha logrado mantenerse como una figura de equilibrio interno, evitando fracturas mayores dentro de un partido que ha sobrevivido a golpes de corrupción, divisiones ideológicas y guerras territoriales.
Ayuso, el daño colateral
El equilibrio de Feijóo se refuerza, paradójicamente, con el desgaste de una de las figuras que más ruido mediático ha generado en los últimos años: Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.
Este 29 de mayo de 2025, la jueza Inmaculada Iglesias ha procesado a Alberto González Amador, pareja de Ayuso, por dos delitos de fraude fiscal y falsedad documental. Aunque el golpe judicial no recaiga directamente sobre la presidenta madrileña, su imagen pública queda profundamente erosionada.
El efecto dominó: del amor a la factura política
Los detalles del procesamiento son contundentes: facturación falsa, evasión deliberada y documentos manipulados. La sombra de la corrupción vuelve a cernirse sobre un entorno próximo al PP madrileño, justo cuando el partido intenta reconstruir su imagen.
Isabel Díaz Ayuso, aunque se defienda con uñas y dientes, podría estar iniciando un lento ocaso político. Uno que Feijóo no necesita provocar: basta con no moverse mientras los demás caen.
La fuente que no miente: la Justicia
El procesamiento no proviene de un rumor o filtración. Proviene de la Justicia española, que con nombre propio –la magistrada Inmaculada Iglesias– pone al entorno íntimo de Ayuso bajo la lupa de la ley.
Este hecho deja sin contrincantes reales a Feijóo en el próximo congreso del PP, previsto para finales de 2025.
El gallego que avanza sin pisar fuerte
El liderazgo de Feijóo no se impone con estruendo. Se instala por desgaste ajeno, por corrección estratégica, por tiempo y prudencia. Nadie ha sabido capitalizar mejor el hundimiento de los demás como él, al menos dentro del Partido Popular.
Si el poder se mide por la capacidad de resistir mientras otros se desmoronan, Feijóo ha ganado la partida sin tener que mover una ficha.
Voces que resisten
“No basta con no ser corrupto; hay que parecerlo siempre.”
— Anónimo conservador, Congreso del PP de Sevilla, 2012
“El PP vuelve a enredarse en su nudo histórico: querer ser limpio mientras se manchan las manos quienes están cerca.”
— , RCJ Digital
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