Ucrania combate la presión rusa con coraje logístico
Donetsk y Járkov bajo asedio en una guerra donde los drones ya mandan
Las tropas ucranianas enfrentan una escalada de presión militar rusa en el este del país, donde Moscú ha desplegado un arsenal cada vez más sofisticado de drones de corto alcance. Las regiones de Járkov y Donetsk se han convertido en el epicentro de una guerra de desgaste, marcada por tecnología letal y maniobras logísticas de alto riesgo.
Hay batallas que no se ganan con fuego, sino resistiendo en silencio bajo el filo invisible del cielo.
De acuerdo con un reporte publicado por Agencia EFE, el uso de drones de fibra óptica —capaces de esquivar las defensas electrónicas— ha provocado un cambio en la dinámica del frente: ya no solo se combate en las trincheras, sino también en las rutas de abastecimiento, donde los vehículos de apoyo se han convertido en los blancos más frecuentes.
La guerra no siempre se mide por las balas disparadas, sino por la incertidumbre de quienes avanzan sin ser vistos.
“Una vez atrincherado en una posición, estás más seguro que los que entregan municiones o evacúan a los heridos”, declaró Anatoli, soldado ucraniano de una brigada de Járkov. “Los drones suicidas no tienen compasión”. Sus palabras, recogidas por EFE, reflejan el nuevo paradigma del conflicto: logística en primera línea, vulnerabilidad constante.
"El valor es la resistencia al miedo, el dominio del miedo, no la ausencia del miedo." – Mark Twain.
Las fuerzas rusas, además de usar drones para vigilar y atacar, han iniciado incursiones con pequeñas unidades de infantería, buscando romper líneas logísticas y minar la moral de los defensores. La plataforma ucraniana Deep State y analistas como Oleksandr Kovalenko advierten que la captura de zonas como Oleksíivka y avances hacia Pokrovsk podrían alterar el equilibrio en Donetsk.
Donde el terreno no cambia, el símbolo se vuelve decisivo: cada aldea tomada es también una historia arrebatada.
En respuesta, Ucrania ha comenzado a instalar redes sobre postes altos en las carreteras clave, camuflajes naturales en rutas forestales y tácticas de desinformación para evadir el ojo electrónico ruso. El 49º Batallón de Asalto Separado incluso ha iniciado una campaña de micromecenazgo para adquirir sus propios drones de vigilancia.
"No se puede ganar una guerra luchando la última guerra" – George Orwell.
VOCES QUE RESISTEN
Esta no es solo una guerra territorial. Es una guerra del tiempo, de la paciencia, de la inteligencia. Y sobre todo, es una guerra donde los que no disparan también luchan. Los conductores que cruzan caminos sembrados de drones. Los sanitarios que evacúan heridos sabiendo que el cielo los vigila. Los mecánicos que reparan camiones sin saber si llegarán al amanecer. Son ellos quienes hoy cargan con el peso de una línea de defensa que no se ve en los mapas, pero que sostiene el alma de un país entero.
Los drones pueden ganar precisión, pero no conocen la dignidad del que no se rinde. Ni entienden de coraje, ni lloran por los suyos. Solo los hombres lo hacen. Solo los hombres y mujeres que, como Anatoli, siguen adelante con una convicción que no aparece en los partes de guerra.
El conflicto en Ucrania revela que la tecnología sin ética es solo destrucción organizada. Como advertía Albert Camus: "La guerra es una forma de suicidio colectivo disfrazada de heroísmo nacional". Mientras tanto, quienes resisten cada día —desde trincheras de barro o cabinas de transporte— se convierten en el verdadero escudo de Europa.
"Un hombre con coraje hace la mayoría" – Andrew Jackson.
"La esperanza es el sueño del hombre despierto" – Aristóteles.
"Solo quienes caminan con el miedo en el bolsillo y la dignidad en la mirada pueden llamarse resistentes" – RCJ.
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