Alias Fito: el principio del fin
La otra manera de contar el relato judicial del año
Después de años de violencia desbordada, fugas cinematográficas y un reinado criminal en las sombras, el líder de Los Choneros, José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, enfrenta el juicio más temido: la justicia internacional.
Agencia EFE confirmó este martes que Estados Unidos ha solicitado formalmente su extradición, pedido que ya ha sido recibido por el presidente de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador, José Suing Nagua.
“La justicia no se impone, se conquista.” — José Martí
Fito fue recapturado el 25 de junio en su natal Montecristi, luego de permanecer prófugo desde enero. Se escondía en un búnker subterráneo, rodeado de sembríos y bajo la aparente inocencia de una casa costera.
El operativo que condujo a su captura duró más de 10 horas. La pista definitiva no fue tecnológica, sino humana: unas pastillas para la gastritis y la voz de su hija revelaron su escondite. Así cayó el rostro más temido del crimen ecuatoriano.
Del caos al juicio: un giro histórico
Desde su reclusión en la cárcel de máxima seguridad La Roca, Fito ahora enfrenta cargos formales por parte del Gobierno de Estados Unidos, que lo acusa de conspiración internacional para traficar cocaína, uso de armas y contrabando.
Según la acusación, Los Choneros operaban en conjunto con el Cártel de Sinaloa, enviando toneladas de droga desde Suramérica a Norteamérica. En febrero, Washington ya había congelado todos sus bienes. El cerco era total.
“Donde no hay justicia, es peligroso tener razón.” — Francisco de Quevedo
El ministro del Interior, John Reimberg, confirmó: “Como lo ofrecimos, cumplimos. Ya está el pedido de extradición”. El presidente Noboa lo convirtió en su prioridad desde el primer día. Y ahora, el mundo observa.
Sin embargo, una sombra empaña el éxito: un medio colombiano sugirió que Fito se habría entregado a cambio de garantías. Aunque el Gobierno lo niega, Reimberg admitió una videollamada con el criminal antes de su detención.
Entre la verdad y la versión oficial
El proceso de extradición se tramitará bajo el ordenamiento jurídico ecuatoriano, pero el objetivo es claro: que se concrete antes de finalizar 2025. Estados Unidos lo quiere en sus tribunales. Y Ecuador quiere dar ejemplo.
La presión no es solo externa. Internamente, la población exige justicia real y visible, como la captura de Fito, condenado en 2011 a 34 años por asesinato, narcotráfico y crimen organizado.
“Cuando la injusticia se hace ley, la rebelión se convierte en deber.” — Bertolt Brecht
Marco Rubio, secretario de Estado de EE.UU., elogió directamente al presidente Noboa por la operación. La diplomacia sonríe, la justicia avanza, pero las heridas siguen abiertas.
¿Será este el primer paso de una política de seguridad con resultados duraderos o solo una excepción celebrada antes de volver al caos?
VOCES QUE RESISTEN
Alias Fito no cayó por accidente. Cayó porque el Estado decidió que ya no podía permitir ni una burla más al sistema judicial. Pero si esta captura no se traduce en reparación para las víctimas, en reformas estructurales y en una justicia independiente, no servirá de mucho.
La extradición será una victoria, sí. Pero la verdadera victoria será un Ecuador sin miedo, donde no se vuelva a nacer entre rejas ni a vivir en silencio por temor al crimen. Esta lucha aún no termina.
“Justicia no es venganza, es memoria activa del futuro.” — ✒️ RCJ
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