Todos los contratos del PP de Mazón con empresas vinculadas a la trama Koldo
Cuando el discurso contra la corrupción se enreda en su propio eco
Bajo el ruido político que envuelve la llamada "trama Koldo", los contratos adjudicados desde el Gobierno valenciano de Carlos Mazón comienzan a ser mirados con lupa. Según reveló El Plural, varias adjudicaciones realizadas por la Generalitat y el Ayuntamiento de Benidorm fueron concedidas a empresas ahora implicadas en el caso que salpica al exasesor ministerial Koldo García.
Levantina Ingeniería y Construcción SL, propiedad del empresario José Ruz Martínez, fue una de las grandes beneficiarias. Solo entre octubre y noviembre de 2023, la Generalitat Valenciana le concedió tres contratos por un total de 1,4 millones de euros. A esta cifra se suma otra adjudicación millonaria de FGV —bajo el mismo gobierno de Mazón— a una UTE integrada por esa empresa. Lo inquietante: la firma fue señalada en informes de la Guardia Civil por su relación con Koldo y ahora está en concurso de acreedores.
“La corrupción es peor que la prostitución. Esta es un riesgo para el individuo, pero aquella lo es para la nación entera.” — Karl Kraus
Las obras encargadas iban desde la reposición de un muro en Enguera, la reparación de escaleras de emergencia en el Hospital Clínico de Valencia, hasta servicios en Santa Pola. Todo con el sello del Consell actual. La ironía no escapa a nadie: mientras el PP atacaba ferozmente al PSOE en el Congreso por su vinculación con Koldo, en la Comunitat Valenciana tejía contratos con empresas ligadas a la misma red.
Levantina Ingeniería entró en concurso de acreedores en junio de 2024, pero no antes de ser incluida en una adjudicación de 37,6 millones de euros para obras ferroviarias en Benidorm. A esa inauguración acudió el propio Mazón con el conseller Vicente Martínez Mus, fotografiados frente a las obras financiadas con fondos públicos que hoy son objeto de sospecha.
“La moral pública es el termómetro de la salud de una democracia.” — Montesquieu
El informe de la UCO no deja lugar a ambigüedades: Levantina aparece relacionada directamente con figuras de la trama, y varios testimonios judiciales mencionan su papel como parte del entramado. A pesar de eso, las adjudicaciones siguieron su curso y fueron defendidas por responsables institucionales.
Las voces desde el PSOE valenciano piden responsabilidades. Pero en medio del cruce de acusaciones, lo evidente se desvanece entre tecnicismos y silencios interesados. La mancha de la trama no distingue siglas, y el caso de Mazón empieza a desdibujar la supuesta superioridad ética que su partido ha intentado esgrimir desde Madrid.
VOCES QUE RESISTEN
La verdadera corrupción no siempre se disfraza de sobre en una gaveta. A veces se esconde en un contrato público con membrete institucional, en la sonrisa de una inauguración o en el silencio cómplice de quienes dicen representar la regeneración. Lo que empieza con escándalo ajeno, termina siendo espejo propio.
Desde la Comunitat Valenciana, la sombra de Koldo no se ha disipado; solo ha cambiado de oficina. El caso Mazón debería hacernos reflexionar no solo sobre quién firma los contratos, sino sobre quién se beneficia y a quién se protege. Porque cuando la política olvida la ética, la ciudadanía pierde su confianza y la democracia su raíz.
“Lo peor no es la corrupción de los corruptos, sino la indiferencia de los honestos.” – RCJ
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