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Elon Musk y la ruptura con el bipartidismo: ¿Revolución o espectáculo?
“Quien no se rebela contra el poder cuando este traiciona su origen, no merece llamarse ciudadano.” — Étienne de La Boétie
El Día de la Independencia de Estados Unidos no solo trajo fuegos artificiales. También trajo la promesa de una revolución política desde la boca de un magnate. Elon Musk, una de las figuras más disruptivas del siglo XXI, ha anunciado la formación del "Partido de América", un movimiento que, según él, nace del desencanto y la urgencia de cambiar un sistema que considera podrido desde sus cimientos.
El anuncio no fue en una rueda de prensa. Fue en X, su propia plataforma. Y vino acompañado de una encuesta respondida por más de 1,2 millones de personas. El 65,4% dijo que sí: que Estados Unidos necesita una tercera vía. Y Musk, con su acostumbrado tono mesiánico, respondió: “Y lo vais a tener”.
Del desencanto al terreno político
La relación entre Elon Musk y Donald Trump, presidente en ejercicio, parecía sólida durante los primeros compases del segundo mandato. Musk fue asesor en temas de desregulación y reducción burocrática. Pero el idilio se rompió con la aprobación del nuevo paquete fiscal que Musk ha calificado como “un monumento al despilfarro”.
Desde entonces, su discurso ha virado hacia una crítica frontal al sistema. “Vivimos en un sistema de partido único, no en una democracia”, dijo, al anunciar la creación del nuevo partido. Y para justificarlo, acudió no a cifras económicas ni a discursos técnicos, sino a la historia clásica: citó a Epaminondas, el general tebano que venció a Esparta en Leuctra.
El mito de la invencibilidad y el campo de batalla político
Compararse con un estratega griego del siglo IV a.C. no es casualidad. Musk no quiere solo irrumpir: quiere destruir el statu quo. Según sus palabras, su partido concentrará toda su fuerza en un punto débil del sistema, como hizo Tebas con Esparta. ¿Dónde está ese punto débil? ¿En el descontento con los partidos tradicionales? ¿En el hastío de una ciudadanía atrapada entre extremos?
Europa Press informa que Musk aún no ha delineado una plataforma política concreta. No hay ideario, ni principios programáticos. Solo una promesa: romper con el “sistema unipartidista de despilfarro y corrupción”. Y esa ambigüedad —tan propia del universo Musk— genera tanto esperanza como sospecha.
Entre la épica y el vacío
En un país con tradición de polarización, la irrupción de una tercera opción no es nueva. Lo intentó Ross Perot, lo intentó Ralph Nader. Pero ninguna de esas fuerzas logró consolidarse. La pregunta es si Musk, con su influencia global, su aura de visionario y su dominio de las redes, puede construir algo más que una llamarada mediática.
Lo cierto es que el anuncio ha sacudido el tablero. Tanto demócratas como republicanos observan con recelo esta jugada. El “Partido de América” es, de momento, un nombre, una declaración de intenciones y una promesa de batalla. El campo está abierto. La historia, como siempre, la escribirán los que se atrevan a moverse cuando todo parece quieto.
VOCES QUE RESISTEN
“En política, como en la guerra, las batallas se ganan antes de librarlas.” — Sun Tzu
“Un nuevo partido no es revolución si no cambia el alma del sistema.” — RCJ
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