CUBA EN GUERRA: EL VERANO DEL BLOQUEO
| El verano cubano no trae sol ni fiesta: solo apagones, bloqueos y discursos
En La Habana, bajo el calor que arrastra el Caribe y la sombra de más de seis décadas de embargo, el presidente Miguel Díaz-Canel ha vuelto a encender la retórica de la resistencia. “Cuba es un país en guerra”, sentenció durante el cierre de la plenaria del Partido Comunista de Cuba (PCC), el único permitido en la isla.
Lo dijo entre aplausos medidos, en un acto sin acceso a la prensa extranjera, pero amplificado luego por los medios estatales. Las palabras no fueron nuevas, pero sí más intensas. Una vez más, la revolución se defiende nombrando al enemigo: el imperialismo estadounidense y su “guerra económica”, endurecida ahora por el reciente Memorando Presidencial de Seguridad Nacional firmado en Washington.
Desde hace cinco años, Cuba atraviesa una de sus crisis más severas. Faltan productos básicos, sube la inflación (aunque se haya desacelerado), y la dolarización parcial de servicios básicos no ha hecho sino agravar la desigualdad. Todo esto en medio de apagones interminables y una sequía de divisas.
.Agencia EFE informa que el Gobierno cubano reconoce que el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo nuevamente en 2023, y aunque no hay cifras oficiales para 2024, las previsiones no son alentadoras. Apagones, huracanes, sismos y un pueblo cansado dibujan el escenario.
| Unidad o colapso: la línea roja de la Revolución
Díaz-Canel insistió en que la “unidad” es ahora más urgente que nunca. Para él, es el oxígeno que mantiene viva a la Revolución. En su visión, defenderla es resistir ante la desinformación, el caos inducido y la tentación de renunciar al modelo socialista.
En lo económico, el discurso volvió a lo esencial: liberar las trabas burocráticas, mejorar la eficiencia de las empresas estatales y priorizar sectores claves como la agricultura, la industria alimentaria y el sistema electroenergético nacional.
La reunión también sirvió para anunciar que el noveno Congreso del PCC se celebrará del 16 al 19 de abril de 2026. ¿Qué Cuba habrá entonces? ¿Una más estable, o una más desilusionada? ¿Más resiliente, o más rota?
En los barrios, lo urgente no es ideológico: es eléctrico, alimentario, económico. Mientras la retórica habla de “resistencia heroica”, los cubanos intentan vivir en una isla que, según su presidente, está en guerra. Pero una guerra sin balas visibles, sin trincheras, sin soldados, y sí con hambre.
VOCES QUE RESISTEN
La guerra que denuncia Díaz-Canel no es solo contra el bloqueo. Es también una batalla contra el tiempo, contra el escepticismo de los jóvenes, contra la fuga de médicos y talentos, contra la lógica del silencio en medio de la necesidad. Porque en un país donde no se pueden decir todas las verdades, la unidad sin crítica se parece demasiado a la obediencia. Y eso, tarde o temprano, también desgasta la revolución.
— RCJ
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