EDITORIAL RCJ Digital | ENTRE LA PRIVACIDAD Y LA CACERÍA POLÍTICA
“El que esté libre de mensajes despectivos por WhatsApp, que lance la primera captura.”
Los mensajes filtrados entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos no son un escándalo político: son un asalto a la intimidad. ¿Son desafortunados algunos términos? Puede ser. ¿Son polémicas ciertas expresiones? Tal vez. Pero lo que aquí está en juego no es el contenido de una conversación entre compañeros de partido, sino el derecho de cualquier líder —presidente incluido— a comunicarse en privado sin miedo a que sus mensajes sean manipulados, sacados de contexto y exhibidos como piezas de un circo político-mediático.
En todos los partidos, de todos los colores, existen mensajes internos cargados de tensiones, frases impulsivas o estrategias de control territorial. Es el lenguaje de la política real, no de la impostada. Sacarlos a la luz en medio de una operación judicial no es un ejercicio de transparencia, sino un intento de demolición.
¿Quién filtra y por qué ahora?
Las casualidades en política no existen. La filtración de estos mensajes, extraídos en el marco del caso Koldo, no tiene otro fin que dañar la figura de Pedro Sánchez. El momento elegido —una semana cargada de presión para el Ejecutivo— revela la intencionalidad. No hay voluntad de justicia, sino de desgaste.
¿Y la legalidad? El nuevo frente del debate
Juristas, constitucionalistas y defensores de la privacidad advierten que estamos en un terreno peligroso. ¿Puede un periódico publicar conversaciones privadas entre dos personas sin autorización judicial expresa? ¿Está protegida esa publicación bajo el paraguas del interés público? ¿Dónde termina el derecho a la información y dónde empieza el derecho al secreto de las comunicaciones?
Hoy más que nunca se impone una reflexión jurídica y ética: si aceptamos esta vulneración sin consecuencias, mañana nadie estará a salvo. Ni Sánchez, ni Feijóo, ni usted, estimado lector.
Un patrón repetido: destruir al adversario por cualquier vía
No es la primera vez que la derecha política y mediática intenta minar al presidente a base de escándalos fabricados o amplificados. Ya lo hicieron con su mujer. Ya lo intentaron con Begoña Gómez. Hoy lo ensayan de nuevo con mensajes entre compañeros, como si una expresión escrita en caliente en 2021 fuera prueba irrefutable de culpabilidad política.
Pedro Sánchez ha reconocido sentirse atropellado. No por el contenido de los mensajes —que en muchos casos reflejan lo que otros no se atreven a decir en público— sino por el método, por el objetivo y por la violación deliberada de su derecho a comunicarse con libertad.
VOCES QUE RESISTEN
“Donde todos piensan igual, ninguno piensa mucho.” — Walter Lippmann
“No se puede ejercer el poder si cada palabra privada termina siendo titular. Así no hay democracia que resista.” — Reflexión de RCJ
MENSAJES FILTRADOS ENTRE SÁNCHEZ Y ÁBALOS: UN NUEVO FOCO DE TENSIÓN POLÍTICA
“Lo que se dice en confianza, hoy se convierte en fuego cruzado.”
Entre el 11 y 12 de mayo de 2025, el diario El Mundo publicó una serie de mensajes privados entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su exministro y antiguo colaborador cercano, José Luis Ábalos. Los mensajes, que abarcan desde 2020 hasta 2023, fueron recuperados de dispositivos incautados en el marco del caso Koldo, una investigación sobre presunta corrupción relacionada con contratos durante la pandemia de COVID-19.
CONTENIDO DE LOS MENSAJES
En los mensajes, Sánchez utiliza calificativos despectivos hacia varios líderes regionales del PSOE. Llama a Javier Lambán “petardo” y a Emiliano García-Page “un coñazo”, instando a Ábalos a contener a estos críticos internos por sus desacuerdos con el liderazgo de Sánchez y sus alianzas con fuerzas independentistas.
También se aprecia un claro respaldo de Sánchez a Ábalos, incluso después de que este fuera apartado del Gobierno en 2021. Sánchez llega a defenderlo ante ataques mediáticos, mostrando así la solidez de su vínculo político durante aquellos años.
REACCIONES POLÍTICAS
La filtración ha generado un verdadero terremoto político. El Partido Popular ha exigido la convocatoria de elecciones anticipadas, alegando que los mensajes revelan que el presidente estaba al tanto del caso Koldo y trató de ocultarlo.
En el seno del PSOE, las reacciones han sido dispares. Susana Díaz expresó su malestar, mientras que García-Page criticó duramente la imprudencia del presidente al enviar ciertos mensajes.
RESPUESTA DEL GOBIERNO
Pedro Sánchez calificó la publicación como un “atropello a su privacidad”, y denunció una operación orquestada desde sectores de la derecha para desestabilizar su Gobierno. La Moncloa ha solicitado una investigación urgente sobre la filtración y su legalidad.
La controversia se suma a otras investigaciones en curso que afectan a Ábalos, incluyendo acusaciones por presunta corrupción y tráfico de influencias, consolidando un nuevo frente abierto que amenaza su culpabilidad.
Fuentes consultadas:
- El Mundo
- Cadena SER
- El HuffPost
- El País
- Wikipedia
- The Times