Xabi Alonso, del BayArena al Bernabéu: el regreso de un líder al Real Madrid
“El liderazgo no consiste en ser el mejor. Consiste en hacer que otros lo sean.” — John Maxwell
En el fútbol, como en la vida, hay regresos que no se escriben, se presienten. Xabi Alonso, el mediocentro cerebral que le dio al Real Madrid equilibrio y temple en una de sus etapas más intensas, volverá a Valdebebas. Pero esta vez, no con botas, sino con pizarra. El técnico tolosarra de 43 años será el nuevo entrenador del Real Madrid desde el 1 de junio, en lo que muchos consideran no solo un relevo técnico, sino una declaración de intenciones.
Según ha revelado El País, el acuerdo está cerrado para las próximas tres temporadas. Mientras el Madrid cedía el Clásico en Barcelona y, con él, gran parte de la Liga, Xabi vivía en Leverkusen una despedida emocional con su gente, con el BayArena como testigo de una etapa brillante en el banquillo alemán.
En un giro que marca la transición generacional del club blanco, Alonso tomará el relevo de Carlo Ancelotti, quien dejará su cargo antes de lo previsto para asumir la dirección técnica de la selección de Brasil. El técnico italiano se despedirá oficialmente el fin de semana del 24 y 25 de mayo, cuando el Madrid reciba a la Real Sociedad. Y con esa despedida, se abrirá una nueva era.
Xabi no llegará solo. El club ya ha cerrado el fichaje de Trent Alexander-Arnold como lateral derecho, mientras trabaja para incorporar también a un lateral izquierdo y un central. Aunque el contrato del jugador inglés con el Liverpool vence el 30 de junio, el Madrid intenta acelerar su incorporación para el Mundial de Clubes, que disputará en EE. UU. a partir del 18 de junio. El debut será en Miami contra el Al Hilal saudí.
Alonso dispondrá de dos semanas de trabajo previo en Valdebebas antes de emprender ese viaje. Tiempo justo para comenzar a construir el vestuario, sembrar su estilo, y —como hizo en Alemania—, darle identidad a un equipo que lleva años buscando su nueva alma táctica.
VOCES QUE RESISTEN
El madridismo se divide entre nostalgia y esperanza. Se va un señor del banquillo, Ancelotti, y llega un exjugador que muchos consideran predestinado para ocupar ese lugar. “Xabi tiene la cabeza fría y el corazón blanco”, dice un aficionado desde Chamartín. Pero más allá de los sentimientos, la exigencia será brutal. El Madrid no perdona. El calendario aprieta. Y el listón, como siempre, está en el cielo.
Desde Alemania hasta Chamartín, Xabi vuelve no solo para ganar. Vuelve para convencer. Para dirigir. Para hacer del Madrid no solo un equipo de estrellas, sino una idea reconocible de fútbol. Una identidad que, quizás, llevaba tiempo ausente.
RCJ