España y la OTAN: Gasto con conciencia
Cuando la defensa es más que tanques
"Un país no se mide por el tamaño de su ejército, sino por la grandeza de sus principios" — RCJ.
En el segundo y último día de la cumbre en La Haya, los líderes de la OTAN debatieron una propuesta cargada de pólvora: elevar el gasto militar al 5 % del PIB. Un número que no solo representa armas, sino también renuncias.
Donald Trump, siempre fiel a su retórica de fuerza y factura, no dudó en calificar a España como "un problema". Su amenaza velada fue clara: "Vamos a hacer que paguen el doble en comercio". El músculo por encima del diálogo. La imposición sobre la soberanía.
España: firmeza sin fanfarria
"El poder sin sabiduría es un puñal en manos de un niño" — Platón.
Pero España no claudica. Ratifica su compromiso con la OTAN, sí, pero lo hace desde la razón: 2,1 % del PIB. Ni más ni menos. Porque detrás de cada euro que no va a defensa, hay una escuela que no cierra, un hospital que no colapsa, una familia que no se rompe.
Bélgica y Eslovaquia se suman a esta prudencia. Europa, de a poco, parece entender que blindarse también puede implicar proteger el bienestar de su gente. Trump, mientras tanto, se compromete con el artículo 5 de la OTAN, como si eso bastara para apagar incendios.
“El gasto que no hagamos hoy en misiles, se convierte mañana en becas, en empleo digno, en hogares con calefacción” — Reflexión editorial de RCJ.
Fuente incrustada: France 24 – Reporte desde La Haya, 25 de junio de 2025