
Alberto Núñez Feijóo, con Isabel Díaz Ayuso. Imagen/Via/J. BARBANCHO
Ayuso y el pulso eterno: el PP, entre primarias y poder
El nuevo sistema de elección interna refuerza el control de Feijóo y desinfla la propuesta de “un militante, un voto” impulsada por Ayuso
“El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente.”
— Lord Acton
El Partido Popular ha presentado una reforma estatutaria que transforma su sistema de primarias en un modelo representativo, cerrando la puerta —por ahora— a la propuesta más directa de Isabel Díaz Ayuso: que cada afiliado tenga un voto decisivo. La presidenta madrileña, conocida por moverse siempre un paso delante del liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, queda así descolocada en un tablero donde ella aspiraba a tener la jugada maestra.
El nuevo modelo, avalado por la dirección nacional del PP, establece que los afiliados voten una papeleta única que incluye tanto al candidato como a su lista de compromisarios. Es decir, se fortalece la idea de que quien manda, arma también el ejército. Y quien quiera postularse, deberá tener 500 avales en al menos 25 provincias. Más control, menos espontaneidad. Más filtro territorial, menos apertura ciudadana.
La pugna que no cesa: liderazgo vs. ambición
“La política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa.”
— Marco Aurelio Almazán
Isabel Díaz Ayuso ha sido, desde su eclosión electoral en Madrid, una figura que rompe moldes dentro del PP. Independiente en sus discursos, provocadora en sus silencios, audaz en sus movimientos. No es un secreto que sueña con liderar el partido. Y aunque públicamente diga que “no toca”, su entorno ha filtrado reiteradamente que la fórmula “un militante, un voto” era su carta para lograrlo.
Con esta reforma, ese camino se vuelve cuesta arriba. La dirección nacional le ha recordado quién marca el paso. Y el congreso de julio será el escenario donde Feijóo consolide una estructura más blindada frente a liderazgos alternativos como el de Ayuso. O eso cree.
Feijóo impone orden; Ayuso prepara el contragolpe
“Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa.”
— Montesquieu
El nuevo sistema recuerda a un modelo parlamentario: en cada provincia ganará una sola lista, un solo candidato. Y los compromisarios, elegidos en función de ese bloque, llegarán al congreso con el voto prácticamente definido. En teoría, se evita el caos. En la práctica, se limita la pluralidad.
Sin embargo, aún puede haber sorpresas. Se abre el plazo para enmiendas. Ayuso o alguien de su órbita podría plantear una alternativa. No sería la primera vez que la lideresa madrileña desafía los equilibrios internos y saca rédito político de ello.
“El liderazgo es acción, no posición.”
— Donald H. McGannon
El recuerdo de aquel congreso en 2018 donde Soraya Sáenz de Santamaría ganó la primera vuelta pero perdió el partido sigue latente. Ayuso lo sabe. Y Feijóo también. Por eso este cambio estatutario no solo define un reglamento. Define una batalla.
VOCES QUE RESISTEN
“Cada vez que el PP intenta silenciar las bases, alguien como Ayuso aparece para romper el molde. Puede gustar o no, pero representa un síntoma: el partido necesita aire.” — Analista político en TeleMadrid
Ayuso no quiere ser segunda de nadie. Ella camina con tacones sobre alfombra roja o sobre fuego. Esta batalla es interna, pero su eco es nacional. Cuando se decida el modelo, también se decidirá quién lleva la voz cantante en la orquesta popular.