Reimberg: La voz que desafía el miedo en Ecuador
El ministro que ha decidido nombrar a quienes sueltan a los que siembran el terror
“La justicia sin valor es cómplice del crimen.”
— Simone Weil
En medio de un país que clama por paz y trabajo, el ministro del Interior de Ecuador, John Reimberg, ha iniciado una cruzada directa y sin rodeos contra la impunidad judicial. Esta semana, el funcionario cumplió su promesa hecha a EFE y comenzó a revelar públicamente los nombres de jueces y fiscales que —según él— han permitido que extorsionadores y criminales vuelvan a las calles.
“Cada vez que un fiscal o juez libere a un asesino o secuestrador, voy a decir su nombre y mostrar su rostro”, afirmó. Sus palabras resuenan como una advertencia, pero también como una esperanza para quienes creen que Ecuador puede volver a ser un país de orden. En sus declaraciones, cargó contra el fiscal Nicolás Pulencio y el juez Gustavo Román García, quienes habrían revocado la prisión preventiva a tres acusados de extorsión.
Un grito que incomoda, pero que representa a muchos
“La libertad sin seguridad es una promesa vacía.”
— RCJ
La reacción institucional no se hizo esperar. La Fiscalía defendió la legalidad de su actuación señalando que el fiscal Pulencio fue reemplazado justo antes de la audiencia por "enemistad manifiesta" con la defensa. Aun así, el eco del ministro ya estaba en las calles. Y en una sociedad harta de miedo, la figura de Reimberg comienza a perfilarse como un símbolo de ruptura frente a la inercia judicial.
Reimberg dejó claro que ningún imputado por delitos graves debería permanecer en libertad provisional. Y aunque esto desafíe el equilibrio de la ley, su postura conecta con un pueblo que se siente traicionado cada vez que ve a los delincuentes reincidir tras salir por la puerta trasera de la justicia.
Ecuador: tierra herida que pide justicia
“Los pueblos a quienes no se hace justicia, se la toman.”
— Voltaire
Ecuador enfrenta una crisis de seguridad sin precedentes. Las tasas de homicidio lo colocan como uno de los países más violentos de Latinoamérica. Desde enero, el presidente Daniel Noboa declaró un “conflicto armado interno” contra los grupos criminales, ya clasificados oficialmente como “terroristas”. La ciudadanía ha sido testigo de extorsiones, secuestros, robos y asesinatos que se repiten sin cesar.
En este contexto, la estrategia de Reimberg no es solo política: es profundamente simbólica. Es una respuesta visceral a la frustración acumulada de millones. Y en ese gesto, muchos ven no un desafío al sistema judicial, sino un intento honesto —aunque controversial— de rescatar el sentido de justicia.
VOCES QUE RESISTEN
“El ministro ha dicho lo que muchos pensamos en silencio. Basta ya de que el miedo viva entre nosotros.”
— Marisol Llerena, abogada penalista y madre de una víctima
RCJ: John Reimberg no teme incomodar. Su forma de actuar puede ser calificada de temeraria o valiente, según quién mire. Pero en un Ecuador que busca volver a creer en la ley, su voz no es la de un ministro cualquiera, sino la de un país que clama por justicia. Que esa voz no se apague.
Fuente integrada: Reportaje de la agencia EFE