Pedro Sánchez y la sombra que no cesa
El líder socialista se defiende mientras los escándalos rodean a su círculo más cercano
“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, diagnosticarlos incorrectamente y aplicar los remedios equivocados.”
— Groucho Marx
Siete años después de tomar el poder tras desbancar a una derecha minada por la corrupción, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, enfrenta el momento más turbio de su carrera. Su rostro pálido el pasado 12 de junio al pedir disculpas públicas fue el reflejo de una presión creciente. Un audio revelado por la Guardia Civil dejó al descubierto presuntas comisiones ligadas al PSOE, su propio partido.
Aunque Sánchez no ha sido implicado directamente, el daño político ya está hecho. La dimisión de Santos Cerdán —hasta hace días secretario del PSOE y estrecho colaborador del presidente— confirma que las grietas no son solo de percepción. La información fue reportada por Guy Hedgecoe desde Madrid para la BBC.
El eco de los nombres que no se disuelven
“Ningún hombre que valga para algo, puede evitar que su sombra crezca al sol.”
— Friedrich Nietzsche
Cerdán, junto con el exministro Ábalos y el asesor Koldo García, aparecen mencionados en la grabación. Todos niegan haber actuado de forma ilegal. Pero en política no solo se juzga la culpabilidad penal, sino la confianza pública. Sánchez había defendido a Cerdán hasta hace muy poco, calificando de “calumnias” las acusaciones que ahora parecen tomar forma judicial.
La situación se complica porque el escándalo toca a la familia del propio presidente. Su esposa, Begoña Gómez, su hermano David Sánchez, y el fiscal general García Ortiz también están bajo investigación en diferentes causas. El Gobierno asegura que todo es parte de una campaña orquestada por la derecha y sectores judiciales hostiles.
Presiones internas y batallas externas
“Cuando más oscuro se pone el horizonte, más esencial se vuelve la coherencia.”
— Simone de Beauvoir
Dentro del PSOE, ya hay voces que temen el colapso. Emiliano García-Page advierte que “no hay salida digna”. Mientras tanto, desde la oposición, los gritos de “¡Dimisión!” retumban en el Congreso. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, acusa a Sánchez de ser “el jefe de una manada corrupta”.
Y aun así, Sánchez resiste. En una carta interna al partido, reafirma su voluntad de completar la legislatura hasta 2027. “No debí confiar en Cerdán”, admite, pero insiste en que los desafíos reales de España —vivienda, sanidad, igualdad— son razones suficientes para seguir adelante.
La cumbre y el riesgo de perder el equilibrio
“Gobernar no es solamente mantener el poder, sino justificarlo a cada instante.”
— RCJ
Esta semana, Pedro Sánchez viaja a La Haya para asistir a la cumbre de la OTAN, bajo la sombra de un país dividido. El gasto militar y la presión internacional se suman a su lista de desafíos. Aunque España prometió alcanzar el 2% del PIB en defensa, Sánchez se niega a aceptar un objetivo mayor, desmarcándose de las exigencias de EE.UU. y los líderes atlánticos.
Cada paso que dé en política exterior será observado desde casa con ojos escépticos. La estabilidad de su frágil mayoría depende de apaciguar a socios que, ante el escándalo, se muestran cada vez menos indulgentes.
VOCES QUE RESISTEN
“Hay que salvar al gobierno, pero no a costa de enterrar la verdad.”
— Militante anónimo del PSOE
RCJ: Pedro Sánchez ha sobrevivido a mociones, pactos imposibles y campañas de descrédito. Pero esta vez el fuego no viene del exterior. La sombra se proyecta desde dentro. En política, como en la vida, no es la caída lo que define a un líder, sino lo que está dispuesto a hacer cuando el suelo comienza a temblar.
Fuente integrada: Artículo original de Guy Hedgecoe para BBC News, reportando desde Madrid.