Asesinato de una Alcaldesa: Lilia Gema García Soto y el Silencio Que Retumba en Oaxaca
Un crimen político que reabre las heridas de la violencia institucional en México
– Durante la mañana del domingo 15 de junio, Lilia Gema García Soto, presidenta municipal de San Mateo Piñas, Oaxaca, fue asesinada a balazos dentro del palacio municipal. El crimen sacudió a una comunidad marcada por el olvido y la falta de seguridad institucional, reporta Agencia EFE.
El gobernador Salomón Jara Cruz afirmó con contundencia que “no puede haber impunidad”, instando a las autoridades a encontrar a los responsables cuanto antes. La conmoción es general, pero el eco político de este crimen apenas comienza a resonar.
¿Quién era Lilia Gema García Soto?
De perfil discreto pero con presencia en el ámbito público, Lilia Gema García Soto fue una de las alcaldesas activas durante la administración de Andrés Manuel López Obrador. Asistió a eventos de desarrollo local como la inauguración del Camino de Benito Juárez en 2024, un proyecto simbólico de conexión entre pueblos originarios.
Su compromiso no solo fue político. También fue asesora académica de investigaciones sobre manejo forestal y biodiversidad en Puebla, lo que habla de una trayectoria más amplia que la política municipal. Su elección fue validada por el Instituto Estatal Electoral de Oaxaca en diciembre de 2022.
Una ejecución en plena sede del poder local
Según reportes preliminares, hombres armados ingresaron al Palacio Municipal y dispararon contra García Soto y otra persona que la acompañaba. Ambos fallecieron por la gravedad de las heridas. La escena es desoladora: el centro del poder local convertido en zona de ejecución.
La Fiscalía General del Estado abrió una investigación formal. En paralelo, elementos de la Sedena, Semar y SSPC desplegaron un operativo especial en la zona para localizar a los agresores, un patrón cada vez más común en la vida política mexicana.
Una región olvidada, una muerte que se repite
San Mateo Piñas es una pequeña localidad con poco más de 2,000 habitantes. La violencia política ha sido una sombra persistente en su historia reciente. De hecho, Oaxaca ocupa el cuarto lugar nacional en ataques a funcionarios o aspirantes políticos en lo que va de 2025.
De acuerdo con la organización civil Data Cívica, este año se han registrado al menos 136 asesinatos de figuras políticas o institucionales en México. El caso de Lilia Gema García Soto se suma a una larga lista de mujeres asesinadas por ejercer poder en contextos adversos.
Una estadística que clama justicia
Entre 2018 y 2025, se han documentado más de 2,400 casos de violencia política en México, según reporta AGENCIA EFE. Estos datos no solo alarman, sino que también confirman un patrón: ejercer liderazgo político en zonas rurales es una actividad de alto riesgo.
La reacción oficial no basta. Las familias, las comunidades, las mujeres que aspiran a liderar sus pueblos exigen más que operativos: exigen justicia con rostro, con nombres y sin silencios cómplices.
VOCES QUE RESISTEN
“Si matan a quien representa la ley, ¿quién queda para defendernos?” — Testimonio anónimo en redes sociales tras el asesinato.RCJ Digital: El asesinato de una presidenta municipal no es solo una tragedia local; es una declaración política que amenaza la democracia desde sus raíces. La muerte de Lilia Gema García Soto no debe archivarse como un caso más. Debe marcar el comienzo de un nuevo clamor por seguridad y dignidad en la política mexicana.
— RCJ