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📄 CONTANDO LA NOTICIA DE OTRA MANERA
FUENTE: EFE – Aceh, Indonesia
Una mujer fue castigada con 100 latigazos en público este miércoles tras ser condenada por un tribunal islámico en la provincia de Aceh, Indonesia, donde rige la sharía desde 2001.
La escena se desarrolló ante decenas de personas. El verdugo, con el rostro cubierto, aplicó el castigo mientras la mujer, aparentemente joven, imploró en al menos dos ocasiones que detuvieran el castigo. Recibió consuelo de otras mujeres, quienes le ofrecieron agua y comida, pero la flagelación continuó hasta completar los 100 azotes.
Junto a ella, otros cuatro hombres también fueron azotados públicamente por distintas violaciones de la ley islámica local, que penaliza con violencia física relaciones homosexuales, consumo de alcohol y coito fuera del matrimonio.
La mujer fue castigada sentada. Los hombres, de pie. La ley de Aceh no distingue entre dolor ni dignidad, solo castiga. Indonesia, país con la mayor población musulmana del mundo, mantiene estas prácticas exclusivamente en esta provincia, que también lidera preocupantes estadísticas de mutilación genital femenina.
El 27 de febrero, otros dos jóvenes de 18 y 24 años fueron flagelados públicamente por haber mantenido relaciones sexuales consensuadas. Aunque la homosexualidad no es ilegal en la mayor parte del país, en Aceh se castiga con latigazos. Human Rights Watch ha denunciado en repetidas ocasiones el clima de creciente hostilidad hacia la comunidad LGBT+ en Indonesia.
“Donde se queman libros, se terminan quemando también personas.” – Heinrich Heine
VOCES QUE RESISTEN
RCJ reflexiona: No hay justicia en el castigo que humilla públicamente. Que una mujer suplique por compasión mientras es azotada por “adulterio” debería dolerle al mundo entero. La ley que silencia, lastima y expone no es ley, es violencia disfrazada de virtud. Nos negamos a normalizar lo inhumano.
Cuánta tinta se ha derramado para acusar, pero qué difícil es demostrar lo que tanto se grita.
