El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su mujer, Begoña Gómez.
CONTANDO LA NOTICIA DE OTRA MANERA
“No basta con ser inocente; también hay que parecerlo ante quienes solo desean encontrar culpables”.
Madrid, 7 de mayo de 2025. La batalla legal que enfrenta Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cruzado hoy una línea más en la ya prolongada instrucción del juez Juan Carlos Peinado. El magistrado insiste en seguir investigando la supuesta participación de Gómez en el rescate millonario a Air Europa, a pesar de los reiterados frenos judiciales anteriores. En un auto, recogido por Europa Press, el juez sostiene que ya no se trata de una “mera conjetura”, sino de un "indicio delictivo".
Pero, ¿es realmente un indicio, o el intento obstinado de mantener con vida una causa que ha sido señalada como inconsistente por instancias superiores? El 27 de marzo de 2025, elDiario.es publicaba un reportaje que desmontaba el nuevo giro de Peinado. En el texto, se indica que la Audiencia Provincial de Madrid ha reiterado en dos ocasiones que el caso de Air Europa debe quedar fuera del foco judicial por “falta de indicios”. Aun así, el juez se aferra a una interpretación peculiar de una frase del tribunal, que solo mencionaba posibles nuevas evidencias como condición para una eventual reapertura. Evidencias que no han aparecido.
La defensa de Gómez lo califica de forma contundente: “asombroso”. ¿La razón? El juez parece estar buscando los indicios que justifiquen la investigación, cuando su papel debería ser garantizar que solo se investigue cuando ya existen. Como quien ordena abrir una caja vacía con la esperanza de que, en el fondo, algo aparezca.
En el documento al que accedió elDiario.es, se advierte que el magistrado está impulsando diligencias que representan “una revisión general de la actuación de los investigados en búsqueda de algún elemento incriminatorio”. Pero ese no es el camino de la justicia imparcial; es el sendero del sesgo y la sospecha como método.
Mientras tanto, Pedro Sánchez ha optado por el silencio institucional, confiando en que el tiempo, la legalidad y los hechos desmonten lo que muchos observan como una campaña de acoso judicial. La Fiscalía, por su parte, también ha cuestionado la legalidad del proceder del juez Peinado
VOCES QUE RESISTEN
“La verdad tiene sus tiempos, pero el descrédito se cultiva en horas”. El caso de Begoña Gómez no solo expone las grietas de la justicia cuando se judicializa la política, sino también el costo humano de ser señalada por el simple hecho de compartir la vida con un líder político. ¿Qué pasaría si el apellido fuese otro? ¿Tendría la misma resonancia mediática? Mientras la justicia se enfrenta a su propio espejo, el país observa.
— RCJ