Hola de suicidios que sacude al Ejército israelí
"Una nación no puede sostener su poder cuando su juventud se quiebra en silencio." – RCJ
Tres muertes, diez días, una señal
El Ejército israelí atraviesa una tormenta interna. Tres suicidios en apenas diez días, todos ellos soldados que participaron activamente en la guerra contra Gaza, revelan una fractura invisible y devastadora: la psicológica. El último caso fue el de un miembro de la Brigada Nahal, quien acabó con su vida en una base de los Altos del Golán. No estaba solo en su desesperación. Le precedieron un soldado de la Brigada Golani, que se disparó en la base Sde Teman, y otro cuyo sufrimiento no halló voz más que en el silencio eterno.
Los informes de medios como 'Yediot Aharonot', 'Walla' y Canal 12 israelí coinciden en la gravedad del fenómeno. Desde el 7 de octubre de 2023, al menos 44 soldados se han quitado la vida. Las causas: traumas, ansiedad, pesadillas. Una guerra que no termina cuando cesan las balas, sino cuando la mente colapsa.
La batalla después de la guerra
Las estadísticas del diario Haaretz inquietan: solo en lo que va de 2025, ya se han suicidado 15 militares, frente a 21 durante todo 2024. La mayoría son reservistas movilizados para combates de alto impacto. La presión no se limita al frente: dentro de los cuarteles, los soldados lidian con jornadas de más de 12 horas, con mandos que presionan para extender el servicio un año más y compañeros que rompen en llanto... o en silencio.
Como advirtió el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Israel, el país se enfrenta a una crisis estructural en el reclutamiento. Faltan efectivos y sobran heridas. Para cubrir vacíos, unidades élite como la 98ª División Paracaidista ejecutan tareas ajenas a su entrenamiento. El precio se paga en salud, moral y vidas.
El dolor que no se ve
Unos 20.000 soldados sufren síntomas de estrés postraumático. Las bajas físicas ascienden a 890 muertos y más de 10.000 heridos. Pero la herida que más desangra a Israel no se contabiliza fácilmente: la del alma. La radio militar israelí confirma que el Ejército tiene dificultades crecientes para mantener el control territorial, debilitado no solo por sus enemigos externos, sino por el derrumbe interno de quienes lo integran.
“La guerra no mata únicamente con bombas; también con memorias que no dejan dormir.” – Desmond Tutu
Voces que resisten
“No puedo volver allá. No por miedo a morir, sino por temor a no volver a sentirme vivo jamás.”
— Testimonio anónimo recogido por Canal 12 israelí.“Estamos formando soldados sin alma... y después nos sorprende que no quieran regresar.”
— Psicólogo militar, citado por 'Haaretz'.
“El heroísmo, cuando no se acompaña de cuidado humano, se convierte en tragedia.” – Frantz Fanon
✍️RCJ
— La otra manera de contar el relato
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