Estados Unidos asegura garantías para extraditar a alias “Fito”
RCJ Digital: La otra manera de contar el relato —
El crimen organizado tiene nombre, rostro y ahora también pasaporte diplomático hacia el juicio. Adolfo Macías, alias “Fito”, no es cualquier personaje en el tablero criminal latinoamericano: es el jefe de una banda que sembró el terror en Ecuador y tejió lazos con el cártel de Sinaloa. Tras su escandalosa fuga y recaptura, su destino parece ahora trazado con tinta internacional.
Un papel que podría cambiarlo todo
El martes por la tarde, según reportes de Associated Press (AP) y otros medios informativos, la Corte Nacional de Justicia de Ecuador recibió una comunicación oficial procedente de Washington.
En ella, el gobierno de Estados Unidos garantiza que, en caso de concretarse la extradición de José Adolfo Macías Villamar, se respetarán plenamente sus derechos humanos. No habrá tortura. No se aplicará la pena de muerte. En un sistema donde la letra de la ley ha sido con frecuencia sepultada bajo el lodo de la corrupción, este compromiso internacional representa un hito insólito para Ecuador: la justicia global —en este caso, la estadounidense— aparece como contrapeso frente a décadas de desgobierno que han erosionado la institucionalidad nacional. En este contexto, se vislumbra un nuevo horizonte para enfrentar con firmeza a la delincuencia organizada. Y para ello, la administración de Daniel Noboa ha comenzado un proceso de reordenamiento en los principales estamentos políticos, judiciales y administrativos del país.Según la oficina de comunicación de la CNJ, el escrito ya está en manos del juez José Suing. El magistrado deberá revisarlo antes de emitir un informe que irá directo al escritorio de Daniel Noboa. El presidente tiene la última palabra. Y con ella, también la responsabilidad de marcar un precedente inédito en la historia judicial del país.
Del Pacífico a Nueva York, cargado de coca y sangre
Alias “Fito” no es un nombre cualquiera en las crónicas del crimen. Desde que asumió el mando de *Los Choneros* en 2020 —tras la muerte de alias Rasquiña— ha sido acusado de coordinar redes de tráfico de armas, municiones y toneladas de cocaína entre Ecuador y EE.UU. Su poder no era solo brutal, también estratégico. Un fiscal estadounidense lo señaló directamente como el líder de una red internacional criminal.
En la audiencia del pasado viernes, Fito aceptó ser extraditado. Lo hizo con una mezcla de resignación y cálculo. Quizás espera un trato más indulgente en EE.UU. que en el infierno carcelario ecuatoriano que alguna vez logró burlar.
"La justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte." – Platón
¿Un símbolo o un chivo expiatorio?
La extradición de alias Fito sería la primera de un ecuatoriano a Estados Unidos. Una medida posible recién desde abril de 2023, tras una consulta popular que reformó la Constitución. Y, sin embargo, esta acción tiene sabor a algo más profundo: es un acto simbólico. Ecuador, asfixiado por la violencia, intenta recuperar el control entregando a sus propios demonios al sistema judicial extranjero.
Pero ¿será suficiente con extraditar a uno? ¿O es apenas una válvula de escape, un gesto de maquillaje institucional mientras el Estado sigue sin penetrar las verdaderas raíces del narcoestado? Esta extradición puede servir de precedente... o de cortina de humo.
"Una nación que sigue tolerando la injusticia es una nación condenada." – Martin Luther King Jr.
¿Y después qué?
Los próximos pasos dependerán del informe de la CNJ y la decisión final del presidente Noboa. No hay plazos establecidos, pero el reloj político sí corre. Extraditar a Fito puede leerse como una jugada de fuerza, pero también como una señal de que Ecuador ya no puede —o no quiere— procesar internamente a sus grandes capos.
En ese escenario, los ciudadanos deben preguntarse: ¿estamos cediendo soberanía a cambio de justicia? ¿O simplemente buscamos en otro país lo que aquí nunca fuimos capaces de construir?
Voces que resisten
“Extraditar a Fito no resuelve el problema estructural del narco en Ecuador. Es necesario reconstruir el Estado desde las periferias, donde el crimen se volvió gobierno” — RCJ
“Hay que limpiar la justicia con la misma urgencia con la que se persigue al narco. El crimen organizado no opera solo: necesita cómplices en saco y corbata.” — Jurista independiente, Quito
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