Rusia pone sus manos sobre el litio ucraniano: guerra silenciosa por los recursos
Entre cráteres de artillería y tierras arrasadas, Moscú avanza ahora sobre el subsuelo: captura un valioso depósito de litio en plena guerra, afectando acuerdos claves con EE.UU.
Mientras los ojos del mundo siguen la guerra con drones y tanques, un conflicto más sutil pero igual de crucial se libra bajo tierra. Según reporta Emily Crane en el New York Post, las fuerzas de Vladimir Putin han capturado la aldea de Shevchenko, en Donetsk, controlando así un depósito estratégico de litio que podría alterar el tablero geoeconómico de la región.
El yacimiento —de casi 100 acres— se encuentra a una profundidad ideal para su explotación comercial. Su toma, aseguran analistas, “tiene un impacto potencial en el acuerdo mineral de Estados Unidos”. Un pacto firmado en abril permitía acceso preferencial estadounidense a los recursos de Ucrania como parte de la reconstrucción del país devastado.
“Las guerras se ganan en trincheras, pero se sostienen en minas.” — RCJ
El subsuelo de Ucrania como botín: de lo militar a lo estratégico, Rusia refuerza su dominio con cada paso geológico.
Mykhailo Zhernov, director de la empresa estadounidense Critical Metals Corp, advierte que “si las tropas rusas van más allá y capturan más depósitos minerales, el acuerdo colapsará”. Su empresa tenía licencia previa para explotar el área de Shevchenko. Hoy, ese permiso yace bajo los escombros de una guerra sin mapas claros.
Rusia no lo oculta: el propio funcionario designado en Donetsk, Igor Klimakovsky, admitió que el depósito era uno de los objetivos. El pueblo de Shevchenko fue fuertemente defendido por tropas ucranianas, precisamente por su valor geoestratégico. Sin embargo, tras meses de ataques desde tres frentes, el enclave cayó.
“El litio es el oro blanco del siglo XXI. Y Ucrania sangra por él.” — RCJ
Las armas apuntan al suelo, pero las consecuencias alcanzan el cielo diplomático entre Washington, Kiev y Moscú.
Shevchenko se ubica en la frontera con Dnipropetrovsk. Su captura representa más que una simple victoria táctica: es el control de un recurso crítico en la carrera global por la transición energética. Rusia ya había prohibido exportaciones de minerales raros hacia Occidente. Con el litio ucraniano en su poder, la presión se redobla.
Por ahora, Ucrania guarda silencio oficial. Pero dentro de Kiev se percibe la pérdida como una fractura simbólica y práctica. No es sólo un campo de litio. Es una advertencia: la ocupación no solo es territorial, también energética.
Fuente: New York Post / Emily Crane
Voces que resisten
“Cuando el subsuelo de Ucrania comienza a hablar, no lo hace con palabras: habla con contratos rotos, minerales secuestrados y acuerdos bajo amenaza.” — RCJ
Una producción editorial de RCJ para la serie “La otra manera de contar el relato”.