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Semana de fuego para el Barça: entre Múnich y Montjuïc se juega el alma
"El fútbol no es una cuestión de vida o muerte... es algo mucho más importante que eso."
— Bill Shankly
Empieza una semana que puede quedar tatuada en la historia reciente del FC Barcelona. Una semana que no solo está marcada en rojo intenso en el calendario, sino en el corazón de millones de culés. Porque ahora, sí, llegó la hora de la verdad.
Este martes 6 de mayo a las 21:00 horas, en el mítico Giuseppe Meazza de Milán, se disputará el segundo asalto de la semifinal de la Champions League ante el Inter. El 3-3 de la ida dejó todo en el aire, con goles, nervios, magia… y la promesa de una batalla final por un billete a Múnich, donde el 31 de mayo aguarda la gloria.
Los de Hansi Flick están obligados a ganar. El empate los lleva a la prórroga. Y si nada lo decide… penaltis. Una ruleta rusa donde las piernas tiemblan, pero los corazones laten más fuerte.
Y no, no habrá tiempo para celebraciones o lamentos, porque apenas cuatro días después, el domingo 11 de mayo a las 16:15, llega el Clásico en Montjuïc frente al Real Madrid. Un partido de Liga que puede decidir el título. Si el Barça gana, se pondrá a siete puntos de los blancos con solo tres jornadas por disputar. Si pierde, los blancos quedarán a solo un punto. El abismo y el cielo se mirarán de frente en 90 minutos.
Una semana, dos finales. Una pasión, millones de latidos
En solo seis días, el Barça puede estar tocando la gloria o abriendo la puerta al infierno de la incertidumbre. Champions y Liga. Europa y España. Múnich y Montjuïc. Dos escenarios. Una sola oportunidad. El club, los jugadores, el técnico… y la afición: todos están llamados a resistir, luchar y soñar.
Será una semana de corazones en la garganta. Porque el fútbol, cuando duele, también salva. Porque ser del Barça no es solo celebrar goles, es vivir historias que te cambian para siempre.
VOCES QUE RESISTEN
“Lo importante no es ganar siempre, sino no rendirse nunca.” Esta frase bien podría resumir lo que está por jugarse. El fútbol vuelve a demostrar que es el único idioma universal donde el alma vibra más fuerte que las palabras. Que gane quien tenga más pasión. Que grite quien tenga más coraje. Y que sienta quien tenga más corazón.
— RCJ