7 de mayo de 2025
La justicia no debe ser solo un concepto, sino una realidad palpable. "La injusticia en cualquier parte es una amenaza para la justicia en todas partes", advertía Martin Luther King Jr. Con ese principio como guía, la Fiscalía ha elevado al Tribunal Supremo un recurso contra la absolución de Dani Alves por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), una decisión que considera “arbitraria” y “cruel” para la víctima.
Según la información recogida por El País, el ministerio público critica la sentencia del TSJC por desvirtuar la fiabilidad de la joven, basándose en una interpretación errónea de los informes científicos sobre la presencia de esmegma en la boca de la víctima. Los jueces, al considerar probada una felación que la joven negó, derribaron "como un castillo de naipes" toda la prueba conjunta que la avalaba.
"Sería retroceder siglos en la valoración del consentimiento. Parecería recuperar el postulado medieval de la mujer que consiente en embriagarse con un hombre consiente todo". — Fiscalía
El recurso pone especial énfasis en la revictimización de la joven, que ya había expresado su temor de no ser creída al denunciar los hechos ocurridos la noche del 31 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton de Barcelona. "La verdadera medida de una sociedad es cómo trata a sus miembros más indefensos", dijo Mahatma Gandhi, y el escrito de la fiscal Elisabet Jiménez evidencia que la sentencia no ha tenido en cuenta el impacto psicológico de la agresión en la víctima, quien aún sufre estrés postraumático.
Las imágenes de las cámaras de seguridad han sido otro punto de debate. La resolución absolutoria sugiere que la actitud de la víctima y sus amigas —bailando en la zona VIP— no encaja con el relato de incomodidad que ofrecieron. Pero la Fiscalía responde con contundencia: que se comporten “con normalidad” no significa “que no pudieran sentirse incómodas”. Un argumento que refleja una lucha constante en los tribunales: ¿cómo debe comportarse una víctima para ser considerada creíble?
VOCES QUE RESISTEN
El caso de Dani Alves no es solo un juicio sobre un futbolista, sino un espejo que refleja la manera en que la justicia trata a las víctimas de violencia sexual. Como recordaba Simone de Beauvoir: "El opresor no sería tan fuerte si no tuviera cómplices entre los oprimidos". ¿Cuántas veces más se cuestionará el testimonio de una mujer antes de que se le otorgue el beneficio de la duda?
El recurso de la Fiscalía no solo busca justicia para esta joven, sino que representa una batalla contra prejuicios históricos que aún pesan sobre los procesos judiciales de agresión sexual. La pregunta sigue en el aire: ¿Estamos avanzando o retrocediendo?
RCJ Digital