Lamine Yamal: el niño de la fotografía, el joven de la leyenda
“Un talento no nace de la suerte, sino de la historia que lo sostiene.” — RCJ
Hay cumpleaños que no son solo una cifra, sino una ceremonia. El 13 de julio de 2025, Lamine Yamal cumplió 18 años. Pero su historia comenzó mucho antes. Nacido en Esplugues de Llobregat, hijo del mestizaje entre Marruecos y Guinea Ecuatorial, creció entre Rocafonda y Granollers. A los cuatro meses, una fotografía lo llevó a los brazos de Lionel Messi. Nadie imaginaba entonces que, con el tiempo, él también abrazaría la historia.
De La Torreta a La Masía. De un balón callejero a los himnos de estadios que ya lo aclaman como presente, no como promesa.
Con solo 7 años, Barcelona lo reclutó. En 2023, Xavi le abrió las puertas del primer equipo. Apenas siete minutos jugados, y ya un campeón de liga. Con una madurez casi mágica, levantó la Supercopa con gol ante el Madrid, ganó la Copa del Rey y renovó hasta 2031. El 10, ese dorsal mítico, ya tiene heredero sin temblores.
“Algunos nacen con alas, pero solo los valientes aprenden a volar entre tormentas.” — Maya Angelou
Lamine no solo brilla con el Barça. España lo abrazó como hijo ilustre cuando, a los 16, debutó y marcó con La Roja. En la Eurocopa 2024 fue luz, épica y corazón.
En 2023 rompió récords en Champions, en Copa, en LaLiga. Fue portada y símbolo, con cláusulas de mil millones y un nombre que ya no necesita presentación. Ganó el Trofeo Kopa, fue nominado al Grammy del fútbol, y su zurda escribió versos en estadios donde otros solo pisan.
En junio de 2024, anotó en semifinales de Eurocopa ante Francia y alzó la copa con España un día después de cumplir 17. Nada fue casualidad. Todo fue constelación.
“Los sueños no se cumplen, se entrenan.” — Pep Guardiola
Hoy, a los 18, Yamal no es promesa: es legado en construcción. Es aquel que Messi sostuvo y que hoy sostiene al Barça de una nueva era. Y en cada gol, en cada regate, en cada gesto humilde, late el barrio, late la mezcla, late el futuro.
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VOCES QUE RESISTEN
“Cuando ves a un chico jugar como si hubiera nacido en otro siglo, lo único que puedes hacer es aplaudir y agradecer.” — Andrés Iniesta
Reflexión RCJ: “Lamine Yamal no es el heredero de nadie. Es el constructor de su propio imperio. Lo suyo no es solo fútbol, es poesía en movimiento, memoria viva del barrio que lo vio crecer. ¡Feliz vida, 18 veces celebrada!”
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