Control Militar en Alto Punino: ¿Victoria o Respiro Efímero?
El Ejército ecuatoriano anuncia la recuperación total de la zona minera atacada en mayo, pero persisten las sombras del crimen organizado.
Las Fuerzas Armadas de Ecuador aseguraron este miércoles tener total control sobre el sector de Alto Punino, el enclave de minería ilegal de la Amazonía ecuatoriana donde el pasado 9 de mayo fueron asesinados once militares en una emboscada atribuida a los denominados Comandos de la Frontera, grupo disidente de la desmovilizada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según narra agencia EFE.
Durante un nuevo operativo en los sectores de Biguno y Alto Punino, provincia de Napo, se realizó un reconocimiento aéreo liderado por el ministro de Defensa Nacional, Gian Carlo Loffredo, y el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela.
Recuperación ambiental como símbolo del control estatal
Según el comunicado del Ejército ecuatoriano, gracias a la intensificación de las operaciones militares en los últimos dos meses, se ha logrado recuperar por completo el control territorial, sin evidencia de presencia de grupos armados o bandas criminales.
Se informó también de la destrucción de maquinaria utilizada para minería ilegal, y de la regeneración visible de flora en la zona de Alto Punino, convertida en símbolo de recuperación ambiental tras la violencia.
El precio del oro y la sombra de las bandas
La emboscada del 9 de mayo dejó catorce muertos, entre ellos los once militares. Desde 2019, la minería ilegal ha arrasado con casi 1.500 hectáreas de selva en la zona del río Punino, según el MAAP.
Pese a que la zona se encuentra a 60 km de la frontera con Colombia, las autoridades afirman que los Comandos de la Frontera operan en alianza con la banda ecuatoriana Los Lobos para explotar los enclaves de minería ilegal, ahora más lucrativos por el alza del oro.
Estas organizaciones, tradicionalmente vinculadas al narcotráfico, han diversificado sus negocios hacia la extracción ilegal de minerales, especialmente el oro, convirtiendo zonas antes selváticas en territorios de disputa.
VOCES QUE RESISTEN
"Mientras el oro siga subiendo, la selva será rehén de intereses más fuertes que las balas" – RCJ
Fuente: Agencia EFE

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