Belinda, «Indómita» y descarada: cuando una canción destapa secretos
La otra manera de contar el relato
¿Quién dijo que el pop no podía ser arma de crítica social? Con su nuevo sencillo “Heterocromía”, Belinda lanza una indirecta con nombre y apellido que incendia las redes. ¿Un tema sobre ojos de distinto color? No, maestro… un disparo lírico contra el clasismo disfrazado de elegancia parisina.
La canción, parte de su disco Indómita lanzado en junio, arranca con una frase que corta como navaja: “Fuiste un atraso… conocerás el verdadero amor cuando tu corazón lo partan en mil pedazos.”
En sus historias de Instagram, Belinda no se contiene: “Esta canción es mucho más profunda de lo que ustedes creen, es un no al clasismo que está más oxidado que una armadura del siglo XVI”.
¿Una indirecta con destinatario?
Los rumores vuelan hacia el empresario Gonzalo Hevia Baillères, miembro de una de las familias más poderosas de México. Su ojo con heterocromía, el guiño a Los Aristogatos (sí, gatos ricos en París), y la mención a un “palacio” —¿será el Palacio de Hierro?— hacen que la canción apunte como flecha.
Indómita, irreverente e imparable: Belinda enciende las redes✨ Dale play
#LatinoConEstilo
¿Quién es Belinda?
Belinda Peregrín Schüll, nacida en Madrid el 15 de agosto de 1989, es una de las artistas más completas y camaleónicas del pop latino. Con sangre española y francesa, su carrera comenzó en México con apenas diez años.
Desde sus inicios en la telenovela Amigos x siempre, despegó como estrella infantil y rápidamente se convirtió en la “princesa del pop latino”. Pero Belinda nunca se quedó en lo cómodo: escribió sus propias canciones, experimentó con rock, pop, y hoy incursiona en lo urbano y social.
Su primer álbum vendió más de 2 millones de copias. Con “Utopía” en 2006, demostró madurez y voz propia, y luego vendrían duetos explosivos con Moderatto, Pitbull y más. En 2007, ganó dos MTV Latinoamérica: Mejor Video y Mejor Solista.
Belinda se ha reinventado: de estrella juvenil a activista sonora. Con Indómita, canta contra los estereotipos, el clasismo y el poder disfrazado de romanticismo. Y lo hace con estilo, con rabia contenida... y con mirada felina.
Como decía Benedetti: “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron las preguntas”. Belinda cambia las reglas. Y el pop ya no vuelve a ser igual.
