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“Lo que hoy parece un sueño imposible, mañana puede ser el lujo flotante que te transporte a otro mundo.”
Pangeos: El superbarco con forma de tortuga que llevará 60.000 pasajeros hacia el futuro
Según informa la CNN, la arquitectura de los sueños ha cruzado una nueva frontera. El estudio italiano Lazzarini Design Studio ha presentado al mundo un proyecto que no parece de este mundo: un terayate colosal, llamado Pangeos, cuyo diseño se asemeja a una inmensa tortuga marina con las aletas desplegadas.
Este gigante flotante no puede catalogarse como un simple yate de lujo. Con una longitud de 550 metros y una manga de hasta 610 metros, su escala se acerca más a la de una ciudad flotante. El nombre no es casual: remite a Pangea, aquel supercontinente que unificó todas las masas terrestres del planeta. Así también pretende Pangeos reunir en su vientre todo lo que una civilización de ultralujo pudiera soñar.
Se proyecta que esta embarcación pueda albergar hasta 60.000 personas entre hoteles, centros comerciales, jardines, piscinas y puertos privados. Y no es solo cuestión de tamaño: contará con tecnología hidroala, con tres motores de hidrógeno capaces de elevarlo sobre el agua para una navegación suave y veloz. En su interior, un mini-puerto atravesará el casco permitiendo a pequeñas embarcaciones atracar directamente dentro del barco, como si fuese un puerto dentro de otro.
¿Dónde se construirá este coloso? Los diseñadores apuntan a Arabia Saudí como el lugar idóneo, ya que se requiere dragar un kilómetro cuadrado de mar y levantar un astillero de proporciones épicas. La inversión estimada es de 8.000 millones de euros, con un plan de ejecución de 8 años, empezando en 2025.
¿Y cómo se financiará semejante monstruo de los mares? Mediante NFTs y una estrategia inmersiva de bienes virtuales en el metaverso llamada Unreal Estates, que permitirá a los inversores adquirir desde habitaciones hasta casas en la versión digital del yate.
Mientras algunos lo ven como una proeza de la ingeniería y otros como una excentricidad desproporcionada, Lazzarini recuerda que "en 1964 ya se podía construir algo así". Hoy, los límites los pone la voluntad y el bolsillo de quienes sueñan en grande.
VOCES QUE RESISTEN
“Una ciudad en movimiento sobre las aguas puede ser un símbolo de progreso o un monumento al exceso. Lo que queda por ver es si la humanidad se eleva con estos proyectos… o solo flota sobre sus propias contradicciones.”
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