Lamine Yamal: El joven que dejó el miedo en el parque
“No he tenido ese miedo, pero sí tengo la motivación antes del partido. El miedo lo dejé en el parque en Mataró hace tiempo”. Con solo 17 años, Lamine Yamal no solo habla como un veterano. Juega como uno. Responde como uno. Y gana como uno.
Frente al Inter de Milán, en su partido número 100 como azulgrana, firmó una actuación colosal afirma El Confidencial, la mejor de su carrera. Lo que para otros sería una cima, para Yamal es apenas la primera meseta de un ascenso que parece no tener fin.
En una temporada donde el Barcelona roza el triplete, la figura del joven extremo eclipsa incluso a las de jugadores consagrados. El Balón de Oro no es un sueño imposible, es una posibilidad tangible. No ha jugado una final de Champions ni irá al Mundial de Clubes, pero su impacto ha sido sísmico.
Lamine, que dejó la Masía para instalarse en un piso cercano al campo de entrenamiento, vive acompañado por su primo y amigos. Su círculo íntimo lo protege, mientras el club le cuida como el tesoro que es. En Sarriá lo espera su padre, y en cada partido, lo espera el mundo.
La Eurocopa fue su trampolín emocional. Adrien Rabiot intentó provocarlo antes de la semifinal. “Si Lamine quiere jugar una final, tendrá que demostrar más de lo que ha hecho”. Yamal respondió con un gol, una asistencia y el título de MVP. Silencio para el francés. Historia para España.
“No es arrogancia si puedes sostenerlo.” – Muhammad Ali
Frente a las cámaras, dice frases que cortan como bisturíes: “Mientras gane no me pueden decir nada, cuando me ganen... entonces sí”. Y frente al Madrid, lo dice con el balón: asistencias, desequilibrio, victoria. “Este año no pueden con nosotros”.
Su ambición no es ego. Es energía acumulada de generaciones. Lamine Yamal juega por él, pero también por los que vinieron antes. Es el símbolo de un nuevo fútbol. Más libre, más precoz, más desafiante.
VOCES QUE RESISTEN
Cuando la oscuridad cubre el fútbol con escándalos o negocios turbios, surgen figuras como Lamine Yamal, que recuerdan el poder de la pasión sin dobleces. Su talento precoz no es solo una noticia deportiva: es un recordatorio de lo que el deporte puede ser cuando el miedo se queda en el parque y el alma vuela sobre el césped.
– RCJ