JOAN MONFORT | DiarioAS
El Barça ante las semifinales de Champions: sin memoria pero con hambre
En los vestuarios de la ciudad deportiva del FC Barcelona no queda ya el eco de los gritos de Puyol ni la mirada febril de Iniesta antes de un clásico. Lo que hay ahora es otra energía: eléctrica, inocente y peligrosamente temeraria. De los veintitantos guerreros que defenderán el escudo azulgrana en la semifinal de Champions frente al Inter de Milán, sólo uno ha vestido esa camiseta en una cita como esta: el guardián alemán Marc-André Ter Stegen, superviviente de la gesta de 2015 y del naufragio de Anfield en 2019.
Los datos —recogidos por RTVE— revelan una verdad incómoda: la historia no vive en esta plantilla. Ni Ferran Torres, ni Dani Olmo, ni Frenkie de Jong han llegado a estas alturas como barcelonistas. Lo que hay es otra narrativa en juego: la del hambre sin pasado.
Frenkie, que rozó la gloria en 2019 con aquel Ajax inolvidable que hizo temblar a Europa, vio desde el césped cómo el Tottenham lo frenaba en seco. Luego vino el fichaje culé y, con él, el 2-8 de Lisboa ante el Bayern de Flick, que hoy dirige al Barça. ¿Ironía o redención?
Robert Lewandowski, aquel delantero letal del Bayern de Flick, fue entonces MVP y máximo goleador con 15 tantos. Ahora lleva la responsabilidad de ser guía y emblema para quienes lo ven no como un compañero, sino como un referente vivo.
Dani Olmo, con alma de poeta y pierna de cirujano, tocó semifinales con el Leipzig, revelación del 2020. Ferran Torres las rozó con el City pero nunca como protagonista. Christensen fue suplente con el Chelsea campeón, y las lesiones lo han arrastrado fuera del foco, aunque puede aún reaparecer como mentor.
Este Barça no tiene archivo de memoria colectiva, pero sí lo que Guardiola una vez llamó “el fuego que no se ve”. Lamine Yamal, aún en la adolescencia, Pedri, curtido por la fragilidad, o Gavi, ausente pero omnipresente, configuran una generación sin historia, que busca hacer historia.
💬 “No se trata de tener nombres en la espalda, sino peso en el alma”, diría cualquier veterano con sentido del escudo. Pero aquí, el escudo parece un destino más que un recuerdo.
VOCES QUE RESISTEN
Los fantasmas de Liverpool, Lisboa y Roma aún merodean por el Camp Nou. Pero a veces, sólo a veces, el olvido es el mejor punto de partida.