La contradicción valenciana del PP: entre Europa y VOX
“Si no sabes hacia dónde vas, cualquier viento te parecerá favorable.” – Séneca
Este 29 de abril de 2025, el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, ha dado un discurso contundente en València, ciudad marcada aún por el duelo de la DANA. Desde allí, y en pleno Congreso del PPE, Weber advirtió que el verdadero adversario político ya no es el centroizquierda, sino los “extremos”, y llamó a “dar respuesta a la ola autoritaria que está entrando en Europa”.
La frase no suena casual, ni es neutra. Es una línea editorial disfrazada de mensaje institucional. Lo paradójico es el escenario: València, gobernada por el PP en alianza con VOX, partido que muchos en Europa consideran parte de esa “ola autoritaria” a la que Weber alude. En otras palabras, el dirigente alemán está enviando un mensaje entre líneas… y entre fronteras.
El problema es que, mientras Europa lanza señales de alerta, el PP español vive otra lógica: si no consigue mayoría absoluta en futuras elecciones, la única salida que parece viable es pactar —una vez más— con VOX. Feijóo no lo dice, pero tampoco lo descarta. Es un silencio que grita.
Este doble lenguaje, uno para Europa y otro para España, deja al PP nacional como un posible caso aislado dentro de su familia europea: pragmático en casa, pero moderado en Bruselas. La pregunta entonces no es si ganará las elecciones, sino a qué precio ganaría. Y si, al hacerlo, comprometerá la relación con sus socios europeos o romperá un esquema que hasta ahora mantenía al PPE como garante del centro democrático en la UE.
Voces que resisten
“No hay nada más peligroso que una verdad a medias.” – André Gide
La estrategia del PP europeo es comprensible: frenar el auge de extremismos. Pero el PP español juega a dos bandas, y ese juego podría salirle caro. Si Europa decide marcar líneas rojas, España podría quedarse sola... o redefinir el concepto de centro-derecha a su manera. ¿Hasta cuándo podrá Feijóo sostener esa ambigüedad sin fracturar su partido o su imagen internacional?