Cuando la moral guía a la diplomacia
La otra manera de contar el relato
"Quien no se indigna frente a la injusticia, se vuelve cómplice del verdugo." — Eduardo Galeano
En un contexto internacional cada vez más fracturado por intereses económicos y silencios cómplices, el presidente Pedro Sánchez ha decidido levantar la voz. Ha propuesto suspender el acuerdo de asociación entre la Unión Europea e Israel, argumentando que no se puede mantener ningún lazo comercial mientras se perpetúan (violaciones de derechos humanos en Gaza) .
No está solo. A esta propuesta se han sumado con firmeza Irlanda y Eslovenia, informa Euronews, y se espera que otros países como Bélgica se sumen a la exigencia de congelar el pacto tras el devastador informe del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
La verdad como principio, no como excepción
Pero la respuesta de la Embajada de Israel en España no se hizo esperar. Tildó la postura de “moralmente indefendible” y acusó a España de alinearse con posturas extremas. Sin embargo, el Gobierno español respondió con dignidad: convocó al encargado de negocios de la embajada israelí por su "inaceptable comunicado".
Una vez más, el Gobierno de Pedro Sánchez se coloca del lado correcto de la historia, defendiendo la legalidad internacional, los derechos humanos y la ética política. No se trata de aislacionismo, sino de justicia.
"El mundo no será destruido por los que hacen el mal, sino por los que los miran sin hacer nada." — Albert Einstein
Una diplomacia coherente ante una tragedia global
Tel Aviv acusa a España de “demonizar” a Israel por no condenar públicamente los ataques iraníes, pese a que el Ministerio español ya emitió su rechazo al bombardeo en la base de EE. UU. en Qatar. La queja israelí es una maniobra: busca desviar la atención del genocidio en Gaza.
Y es que, tras meses de matanzas y desplazamientos, la Franja se ha convertido en un campo de ruinas. Ante eso, Pedro Sánchez y su gabinete no se limitan a emitir comunicados diplomáticos vacíos, sino que mueven estructuras europeas para actuar.
Un paso incómodo, pero valiente
En un escenario donde muchos líderes europeos prefieren callar para proteger sus vínculos con Tel Aviv, España propone sanciones reales y embargos de armas. ¿Es incómodo? Sí. ¿Es valiente? También.
Este nuevo desencuentro no es un fallo diplomático: es el precio de tener convicciones. Y cuando se trata de Gaza, Pedro Sánchez ha elegido no mirar hacia otro lado. Como dijo una vez Martin Luther King, "la injusticia en cualquier parte es una amenaza para la justicia en todas partes."
“La historia juzgará a los pueblos no por lo que soportaron, sino por lo que hicieron para cambiarlo. Gaza no necesita caridad, necesita justicia.”
✒️ RCJ — La otra manera de contar el relato