Un regalo envenenado: el avión de Qatar y la pesadilla de contrainteligencia que acecha a EE.UU.
“Desconfía del griego, incluso cuando trae regalos.”
— Virgilio, La Eneida
En los anales de la historia, pocos regalos han encendido tantas alarmas como el que ahora ofrece Qatar al gobierno de los Estados Unidos. Un avión de lujo, envuelto en lazos diplomáticos, ha sido puesto en bandeja por el emirato a la administración Trump. Según ABC News, que destapó la primicia, se trataría del obsequio más caro jamás ofrecido al gobierno estadounidense.
Mientras la Casa Blanca ultima los detalles legales para aceptar la aeronave, el presidente Donald Trump, fiel a su estilo directo, lo ha calificado como “un gran gesto” y ha dicho que sería "estúpido" rechazarlo. La portavoz presidencial Karoline Leavitt confirmó a Fox News que "el gobierno de Qatar se ha ofrecido amablemente a donar un avión al Departamento de Defensa", y que los trámites están en curso.
Pero lo que para unos parece una dádiva, para otros representa un caballo de Troya volador.
“Este imprudente desprecio por la seguridad nacional indica una peligrosa voluntad de intercambiar intereses estadounidenses por beneficios personales.”
— Jack Reed, senador demócrata
El senador de Rhode Island y alto miembro del Comité de Servicios Armados del Senado no se mordió la lengua. Y con razón. Para quienes han vivido de cerca el espionaje internacional, como Darrell Blocker, exagente de la CIA y ahora colaborador de ABC News, este movimiento es una "pesadilla de contrainteligencia".
Porque no se trata solo de un avión. Se trata de Air Force One, la cápsula flotante desde la cual un presidente puede gobernar el mundo incluso en medio de una guerra nuclear. Con sistemas secretos, defensas antimisiles y comunicaciones que deben permanecer inviolables, aceptar una aeronave construida fuera del círculo de confianza estadounidense equivale, en palabras del experto John Cohen, a "reducirla hasta el fuselaje".
Y aún así, Trump lo quiere.
"Cuando aceptaron el caballo, los troyanos también lo lamentaron después."
— Darrell Blocker
Desde su interior dorado hasta los remaches ocultos, un avión puede ser una mina de oro para cualquier servicio de inteligencia extranjero. Qatar, aunque aliado estratégico de EE.UU., mantiene lazos con potencias como Irán, China y Rusia. La vigilancia necesaria para garantizar que el avión no tenga dispositivos ocultos requeriría años, millones y el desmantelamiento total de su estructura.
Pero hay algo más preocupante: el precedente. Si se normaliza la recepción de bienes estratégicos de gobiernos extranjeros, ¿qué vendrá después? ¿Tanques de regalo? ¿Bases compartidas? ¿Satélites “donados”?
“Mejor es perder un minuto en la vida, que la vida en un minuto.”
— Refrán popular
La Casa Blanca insiste en que todos los protocolos serán respetados. Pero la transparencia prometida por Leavitt no puede borrar la sombra de un interés político-personal que compromete el estándar más sagrado de una república: su soberanía.
VOCES QUE RESISTEN
¿Qué valor tiene la seguridad nacional cuando se vende al precio de una donación? ¿Qué queda de la dignidad institucional cuando un presidente acepta, sin pudor, el regalo más simbólicamente peligroso en décadas?
Mientras algunos aplauden lo “gratuito”, otros recuerdan que el precio más alto no siempre se mide en dólares, sino en confianza y principios.
"No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita aceptar."
RCJ