
“El verdadero poder no se ostenta; se construye con la mirada de los otros.” — Simone Weil
La estrategia bajo la alfombra: Feijóo mueve sus fichas para reordenar el tablero
Mientras la política nacional parece zarandeada por los ecos judiciales en torno al Gobierno, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha optado por adelantar el Congreso de su formación, casi un año antes de lo previsto. Según informó RTVE, este cónclave se celebrará los días 5 y 6 de julio en Madrid, con el objetivo de consolidar su liderazgo y definir la nueva estrategia popular para hacer frente a Pedro Sánchez.
Para tal fin, Feijóo ha delegado la elaboración de la ponencia política en dos barones de peso: Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, y Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León. Junto a ellos, destacan la eurodiputada Alma Ezcurra y la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca. La apuesta no es casual: se trata de dirigentes con peso institucional, visibilidad territorial y perfiles que combinan pragmatismo con lealtad interna.
El movimiento también incluye la designación de Fernando López Miras (Murcia), María Guardiola (Extremadura), Gema Igual (Santander) y Dani Sirera (Barcelona) como responsables de la ponencia de estatutos. Todo ello será ratificado por la Junta Directiva del PP este lunes.
En un discurso reciente, Feijóo justificó este adelanto por “la decadencia del Gobierno”, en alusión a las investigaciones que afectan al entorno del presidente, desde su esposa Begoña Gómez hasta su hermano, pasando por el fiscal general del Estado. Habló de un Ejecutivo “obligado a hablar de lingotes, fiestas, furgonetas y becarias” y que, según él, ha perdido no solo el rumbo, sino también la vergüenza.
Más allá del ruido, lo que está en juego es el reposicionamiento del Partido Popular como alternativa sólida. La elección de figuras como Moreno y Mañueco para dirigir el alma política del congreso es un mensaje hacia dentro y hacia fuera: la derecha se rearma con los suyos, sin fisuras y con rostro moderado.
El Congreso, más que una mera formalidad, será el escenario donde Feijóo buscará una renovación del relato. Porque en política, como en ajedrez, no siempre gana quien más grita, sino quien mejor ordena las piezas.
VOCES QUE RESISTEN
"Los congresos no transforman partidos; solo revelan hacia dónde ya estaban caminando." — Sombra anónima en los pasillos de Génova 13.
RCJ Digital: En el teatro político que se alza entre luces frías y trajes planchados, el Congreso del PP no debería ser solo una coreografía de relevos internos ni un susurro de obediencias pactadas. Esperamos —¿ingenuamente?— que brote de estas ponencias algo más que retórica afilada: que surja una idea de orden, una columna vertebral de país, y no solo un eco hueco del resentimiento.
El verdadero problema no es el calendario ni el ruido que se hace al adelantarlo. Es la credibilidad que se erosiona en cada frase vacía, en cada señal que excluye. Y esa, como la confianza de un pueblo cansado, no se impone con discursos ni se decreta en ruedas de prensa: se cultiva, se riega con hechos, se honra con verdad.
De este Congreso deberían nacer posturas que sirvan para algo más que para resistir al otro. Hace falta una oposición útil. Una que no se limite a señalar que "todo está mal", como si eso bastara para tener razón. El país no necesita más humo. Necesita propuestas. Necesita voces que piensen, que construyan, que hablen no solo para los suyos, sino para los que aún no tienen voz.
Esperamos, entre el escepticismo y el deseo, saber qué criatura política saldrá del vientre de este Congreso. Porque en la España real, la que no sale en las fotos, ya no hay margen para más farsas.
— RCJ
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