El silencio que cayó desde el cielo
Metralla, niebla y una verdad a media voz
“La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad”. —Francis Bacon.
Desde el 26 de diciembre de 2024, una niebla densa —de metal y política— ha cubierto el caso del vuelo 8432 de Azerbaijan Airlines. Aquella mañana invernal, de acuerdo a dos fuentes del Gobierno azerbaiyano señalaron ese dìa a EFE que el vuelo 8432, procedente de Bakú, fue alcanzado por la metralla de un misil tierra-aire cuando se encontraba en el espacio aéreo de la ciudad rusa de Grozni, su punto de destino. El vuelo venía de Bakú. Su destino era el silencio.
Fuente de referecia: Agencia EFE / Euronews
Un cielo sin refugio
Los medios azerbaiyanos apuntaron de inmediato hacia las defensas antiaéreas rusas. Era posible —aseguraban— que el accidente fuera consecuencia del intento de interceptar un ataque de drones ucranianos. Moscú, por su parte, pidió “no apresurarse a sacar conclusiones”. Entre tanto, fotografías del fuselaje con claros impactos de metralla comenzaban a circular en redes sociales.
“En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario”. —George Orwell.
El giro del testimonio
El 2 de julio de 2025, el sitio azerbaiyano 'Minval' sacudió el tablero: cartas, audios y documentos técnicos apuntaban a la participación activa de fuerzas militares rusas en el derribo. Según esa información, el capitán Dmitry Paladichuk, bajo órdenes directas del Ministerio de Defensa ruso, autorizó el lanzamiento de dos misiles. El primero falló. El segundo no.
El avión, herido y sin permiso para aterrizar en ningún aeropuerto ruso, fue forzado a continuar su ruta hacia Kazajistán. Cayó en Aktau. 38 muertos. 29 heridos. Y una estela de sospechas que aún arde.
FUENTE: 'Minval', audio verificado por 'Euronews' (no autenticado)
Palabras entre presidentes
El presidente Ilham Aliyev fue tajante: “El avión fue derribado por Rusia”. No acusó de intencionalidad, pero exigió disculpas, responsabilidad penal e indemnización. Tres demandas claras. Una sola respuesta: Putin calificó el accidente de trágico incidente, aunque no llegó a reconocer la responsabilidad de Moscú. El Kremlin afirmó entonces que los sistemas de Defensa antiaérea estaban disparando cerca de Grozny, donde el avión intentó aterrizar, para desviar los ataques de drones ucranianos.
“Lo que no se dice también es historia”. —RCJ
VOCES QUE RESISTEN
“A nuestros muertos no los enterramos en el olvido. Los convertimos en memoria y exigencia”. —RCJ
“El silencio de un misil no suena como un accidente”. —Testimonio anónimo filtrado

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