La otra manera de contar el relato
España logra quedar exenta del 5% en gasto militar de la OTAN
En un contexto de reconfiguración geopolítica, España ha alcanzado un acuerdo singular con la OTAN: no se comprometerá al nuevo objetivo del 5% del PIB destinado a gasto en defensa que la alianza ha planteado para 2035.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue claro y directo durante su intervención en televisión nacional: “Un gasto del 5% sería desproporcionado e innecesario”. Añadió además que España mantiene intacto su compromiso con la OTAN, pero que puede cumplirlo “gastando solo el 2,1%”.
“La diplomacia es el arte de ceder sin que parezca derrota.” — Jorge Luis Borges
Una carta anticipada y una postura firme
La posición española fue formalizada días antes mediante una carta enviada por Sánchez al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, donde comunicaba la intención de España de quedar exenta del nuevo compromiso financiero.
Según Reuters, algunos diplomáticos mostraron preocupación por el posible impacto que esta objeción podría tener en la cumbre de la OTAN, dado que el resto de los 32 países sí respaldan el objetivo del 5% para defensa y seguridad.
La apuesta española: eficacia sin derroche
España, que el año pasado tuvo el menor gasto relativo en defensa con un 1,28% del PIB según cifras oficiales de la propia OTAN, sostiene que su contribución puede medirse más allá del presupuesto. Según el Ejecutivo, las aportaciones en personal, tecnología e infraestructura respaldan su compromiso con la defensa colectiva.
Sánchez ya había acordado en abril acelerar el cumplimiento del objetivo del 2% actual, pero rechaza seguir una senda que, afirma, pondría en riesgo la cohesión social y la sostenibilidad económica del país.
“El equilibrio entre la paz y la seguridad se alcanza con firmeza, no con obediencia ciega.” — RCJ
Un modelo diferente dentro de la alianza
Lejos de alinearse con el entusiasmo armamentístico de otros socios, España propone una defensa “inteligente y solidaria”, que no dependa exclusivamente del músculo económico. La negociación lograda marca una línea divisoria en la estrategia común, pero también abre una ventana al debate dentro de la alianza atlántica.
“España no gasta poco, gasta distinto. Apostar por una defensa eficaz y justa también es parte de la soberanía.” — RCJ