CONTANDO LA NOTICIA DE OTRA MANERA
“Donde hay poca justicia es un peligro tener razón.” — Francisco de Quevedo
En la madrugada boliviana del lunes, cuando el día apenas despertaba sobre Santa Cruz, la jueza Lilian Moreno se dirigía hacia el Palacio de Justicia. A la altura del municipio de La Guardia, fue detenida. La misma jueza que, apenas una semana atrás, había anulado la imputación y la orden de arresto contra el expresidente Evo Morales, enfrentando cargos por presunta trata de seres humanos.
Su captura, según un familiar que denunció el hecho ante los micrófonos de DTV, se ejecutó sin contemplaciones: “a pesar de su reciente operación de hombro, fue tironeada sin consideración alguna”. La jueza será trasladada a La Paz, trascendiò Europa Press, pero más allá de los movimientos judiciales, se agita un fondo más profundo: el temor —convertido en sospecha— de que la justicia boliviana esté siendo tomada como rehén en una partida política cada vez más dura.
Evo Morales, protagonista central de la historia reciente del país andino, no tardó en pronunciarse. Desde sus redes sociales clamó contra lo que considera un claro ejemplo de “terrorismo de Estado”. En sus palabras: “No buscan justicia, sino venganza brutal (...) El Gobierno ni siquiera respeta a jueces de garantías constitucionales que solo buscan el respeto al debido proceso”.
En Bolivia, donde el péndulo entre justicia y política oscila con peligrosidad, esta detención no pasa desapercibida. El poder judicial, ya debilitado por décadas de presiones y giros, parece convertirse ahora en el nuevo campo de batalla para legitimar o anular liderazgos históricos. Y en ese cruce de intereses, las garantías constitucionales se vuelven papel mojado si no cuentan con el músculo del poder detrás.
VOCES QUE RESISTEN
Cuando una jueza es arrestada por ejercer su criterio jurídico, el equilibrio institucional se tambalea. No se trata de Evo, ni siquiera de Moreno. Se trata de la salud democrática de un país que, mientras castiga el desacuerdo, empieza a olvidar la diferencia entre venganza y justicia.
RCJ