LaLiga permitirá con condiciones tres fichajes a clubes que superen el límite salarial
“Las reglas existen para ser respetadas… o flexibilizadas, según quién las interprete.”— Frase atribuida a un exdirectivo de la UEFA en tiempos de reformas.
Tres incorporaciones, sí. Una por traspaso y dos con carta de libertad, en lo que algunos ya han bautizado como fichajes “en cámara lenta”. Es decir, jugadores que entran provisionalmente en la plantilla, con la esperanza de que sus clubes generen los ingresos necesarios para que su inscripción sea válida de forma definitiva en la segunda temporada.
“A veces el juego más importante no ocurre en el campo, sino en la contabilidad.”— Javier Gómez, director general Corporativo de LaLiga.
La decisión, que proviene del seno de la Comisión Delegada de clubes, apunta a un objetivo evidente: permitir que los equipos sigan siendo competitivos, aun si sus números están en rojo. La norma no anula el famoso ‘fair play financiero’, pero lo moldea, lo dobla sin romperlo, buscando ese fino equilibrio entre control económico y supervivencia deportiva.
La nueva política permite también la renovación de jugadores jóvenes (menores de 24 años con al menos tres años en el club), aun con exceso de gasto, con la condición de que se regularicen las cuentas al año siguiente. Además, se ha fijado un límite salarial mínimo garantizado para los clubes de Primera División a partir de 2025/2026, un intento por evitar que el descenso suponga una ruina.
En ese escenario, incluso el fútbol femenino ha entrado en juego: los propietarios podrán invertir hasta dos millones de euros en sus secciones femeninas, sin que ello compute en el límite salarial global del club. Una medida simbólica, pero significativa.
“El fútbol moderno ya no es sólo pasión. Es, ante todo, ingeniería financiera.”— Declaración de un economista deportivo anónimo en El Confidencial.
VOCES QUE RESISTEN
“Lo llaman flexibilidad, pero es el viejo truco del perdón anticipado. Se permiten desequilibrios hoy con la promesa de soluciones mañana.”— Opinión de un auditor de clubes, en conversación privada recogida por EFE.
RCJ