
Alberto Núñez Feijóo comparece para convocar una manifestación y ofrecerse para una moción de censura.
Imagen/Vía/Europa Press
CONTANDO LA NOTICIA DE OTRA MANERA
La oposición estéril: Feijóo, el PP y su naufragio frente al gobierno de Sánchez
Una crónica de estrategias mal calculadas, discursos desgastados y un adversario que sigue resistiendo, incluso en medio del escándalo.
"No se puede ganar una batalla disparando a todas las direcciones sin saber a quién se quiere derrotar."
Desde el inicio de esta legislatura, el Partido Popular ha basado su oposición al gobierno de Pedro Sánchez en una premisa que, aunque políticamente ruidosa, se ha tornado estratégicamente torpe: sostener que el actual Ejecutivo es "ilegal". Esta narrativa fue adoptada con fuerza por Alberto Núñez Feijóo, quien ha insistido en que Sánchez debe convocar elecciones por no estar "a la altura del país".
Pero ¿qué ocurre cuando el desgaste de ese argumento ya no produce efecto? ¿Qué sucede cuando, al llegar finalmente un escándalo de corrupción que pone jaque al gobierno de Pedro Sánchez —como es el llamado Caso Koldo—, la oposición se encuentra sin capacidad de maniobra, habiendo desgastado su munición política demasiado pronto?
El grito constante que dejó de hacer eco
La demanda reiterada de elecciones ha perdido fuerza. Feijóo lleva tanto tiempo pidiéndolas que, cuando llegó el momento de verdadera debilidad para el gobierno, la ciudadanía ya había dejado de escuchar. La palabra se volvió hueca, repetida, y por tanto ineficaz.
A esto se suma el hecho de que el PP no puede presentar una moción de censura viable. No tiene mayoría en el Congreso y sus únicos aliados consistentes son los diputados de VOX, la ultraderecha de Santiago Abascal. Así, cualquier intento de mover el tablero institucional se topa con un callejón sin salida.
Cataluña, el muro que no supo leer el PP
Las heridas abiertas con las fuerzas políticas de Cataluña se han agravado. Hace apenas unos días, Isabel Díaz Ayuso —presidenta de la Comunidad de Madrid— abandonó una reunión oficial simplemente porque se hablaba en catalán. Este tipo de gestos alimenta la desconfianza y distancia aún más al PP de los apoyos territoriales que necesitaría para influir de verdad en el futuro político del país.
"No se gobierna desde el desprecio. Y menos se construye consenso desde la soberbia."
Calle sin calle: la movilización fracasada
Intentar convertir la calle en su trinchera ha sido otra apuesta fallida del Partido Popular. Las convocatorias de protesta han carecido de potencia real y de sentido de oportunidad. En lugar de parecer una fuerza popular organizada, el PP ha parecido un actor desesperado, sin narrativa clara.
Y es que en política no basta con denunciar: hay que saber cuándo, cómo y para qué se hace. El calendario político no se improvisa.
Sánchez, con grietas pero aún en pie
Mientras tanto, Pedro Sánchez enfrenta un momento crítico. El caso Koldo ha oscurecido los logros económicos del Ejecutivo. Las vinculaciones con José Luis Ábalos y Santiago Cerdán son graves, y la ciudadanía exige respuestas. Sánchez debe hilar fino, ser transparente y no solo con el pueblo, sino también con sus socios.
Pero, incluso en esta hora crítica, el presidente conserva una ventaja sobre su principal rival: su enemigo político no supo esperar, ni construir una alternativa real.
La miopía estratégica de Feijóo
Alberto Núñez Feijóo ha sido rehén de su propia retórica. Su campaña constante contra todos —incluyendo a potenciales socios de futuro— lo ha dejado sin cartas para jugar. La estrategia de la confrontación total ha convertido al PP en un partido que se opone por reflejo, no por proyecto.
En lugar de fortalecerse frente a las debilidades del gobierno, ha quedado atrapado en una especie de oposición decorativa, que ni construye ni transforma. Una oposición sin posibilidad de gobierno.
¿Qué le queda al PP?
La única vía posible para desestabilizar al gobierno pasa por romper su bloque de apoyos. Pero eso se complica cuando durante años se ha atacado con fiereza a todos esos socios. El PP ha insultado, despreciado o ignorado a aquellos a quienes hoy podría necesitar. El aislamiento político, en este contexto, es casi autoimpuesto.
"La política no es solo el arte de decir no. Es también el arte de saber cuándo callar para luego construir."
El desafío de Sánchez: no caer en la arrogancia
Por su parte, Pedro Sánchez no puede cantar victoria. El caso de corrupción que lo roza debe ser tratado con total claridad y sin titubeos. El país ya no tolera la ambigüedad ni las lealtades ciegas dentro de un partido.
La transparencia es el único camino si quiere mantener la legitimidad de su liderazgo. Y debe hacerlo sin perder el apoyo de quienes, con matices, aún creen en su proyecto progresista.
VOCES QUE RESISTEN
“En política, el oportunismo mata más que el silencio.” – Octavio Paz
“Las derrotas políticas no siempre se deben a la fuerza del adversario, sino a la debilidad del argumento propio.” – RCJ
“España no necesita una oposición gritona. Necesita una alternativa inteligente.” – Anónimo
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